lunes, 9 de diciembre de 2013

Huasipungo. Jorge Icaza


Huasipungo es una novela del escritor ecuatoriano Jorge Icaza Coronel (1906-1978) publicada en 1934. La historia transcurre en Ecuador en la primera mitad del siglo XX, siendo sus personajes principales los indios de los huasipungos. Huasipungos son los ranchos, propiedad de los patrones, en los que habitan estas personas. Es una de las obras más representativas de la literatura indigenista, movimiento que precedió al realismo mágico y que enfatizaba un realismo brutal.

Alfonso Pereira es dueño de una hacienda en huasipungo a la cual no iba, pues prefería vivir en la ciudad con su esposa e hija y tener una vida hasta cierto punto cómoda. Hasta que un día, como debía una gran cantidad de dinero a mucha gente, entre ellos su tío Julio Pereira, éste le propone un negocio: irse a la hacienda, trabajar la tierra, organizar todo para la explotación de petróleo, propuesta de un conocido de su tío, un gringo, Mr. Chappy, quien intuía que en la tierra de Alfonso había petróleo. Alfonso tuvo que aceptar el negocio para así saldar las deudas de dinero y salvar el honor de su familia.
Al llegar a la hacienda, Alfonso por las presiones de su tío comienza a maltratar a los indios; los explota, los esclaviza, los deja sin alimento y los despoja de los huasipungos sin tener ninguna compasión. Además engaña a todo el pueblo creyendo que él va a traer el progreso a Cuchitambo, cuando en realidad solo realiza una carretera para sus propios fines.
Los hechos en la novela son narrados a través de diferentes puntos de vista.
Los terratenientes, los jefes políticos y el cura mandan en este pequeño caserío, que pone toda su fe en la religión y todo su amor a su trabajo, aunque toque sacrificar su propia vida y la de su familia con tal de que su Dios estuviera feliz. Ellos ponen todo de su parte para cumplir los deseos de su amo, el cual más adelante los traiciona; el señor Alfonsito, como lo llamaban ellos, les mandó construir una carretera para comunicarse con la civilización y poder hacer comercio más adelante. El proyecto comenzó a tomar forma, pero el terrateniente estaba desesperado por terminar esta obra rápidamente para lo cual usa una técnica de construcción que comenzará a cobrar vidas indígenas, por lo cual tiene que entretener al pueblo con aguardiente y peleas de gallos. Ya finalizada la obra, el terrateniente viaja a Quito, pero su tío lo manda a que adelante el proyecto de los estadounidenses a los que venderán el terreno. Las hambrunas en el pueblo comienzan a cobrar vidas y todos los indígenas están desesperados, llegando hasta el punto de tener que robar a los demás para poder subsistir.
Las condiciones en que viven los indios son deplorables e inhumanas. El tiempo pasa en esta población y el cura explota a los indios cada vez más, ya que controla los autobuses para comunicarse con los pueblos vecinos, cobrando grandes sumas de dinero por el transporte de mercancía o de indios. El cura y el terrateniente son una sola voz, lo que ellos dicen es sagrado y ha de ser respetado. Ya en las últimas, cuando el pueblo pierde toda esperanza, empiezan a correr los rumores de que por fin van a llegar los estadounidenses que los salvarán. Los indios se preparan con banderas, barren sus calles y se asean un poco para recibir a los que serán su salvación, pero apenas empiezan a pasar los coches de los estadounidenses, se dan cuenta de que éstos por el contrario acabarán con ellos. Estos personajes se reúnen con Alfonso para hacerles entrega del territorio, y empiezan a ordenar la limpieza de los huasipungos para poder construir sus casas lujosas, pero lo que no habían previsto era que los indios no estaban dispuestos a abandonar sus huasipungos para probar suerte en la montaña. Cuando menos lo piensan, los indios se rebelan y matan a cinco hombres de la burguesía. Inmediatamente se piden refuerzos a Quito. Los soldados que llegan con sofisticadas armas empiezan a matar a todos los indios que se rebelaron.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Doña Bárbara. Rómulo Gallegos


Doña Bárbara es una novela escrita por el venezolano Rómulo Gallegos (1884-1969) y publicada por Editorial Araluce, el 11 de agosto de 1929. Ha sido reeditada más de cuarenta veces y traducida a otros idiomas. Consta de tres partes y se desarrolla en los llanos de Apure, en los predios del Río Arauca.

Doña Bárbara, es una rica terrateniente, ruda e insensible por una experiencia traumática que tuvo de adolescente, al ser violada por un grupo de piratas asesinos que también le arrebataron el primer amor de su vida. Ella ha acumulado grandes tierras y manadas extensas de ganados usando a los hombres para su provecho personal, así como por medios ilegales, tales como el soborno a los funcionarios locales, entre otros.
Uno de los pocos terratenientes restantes en el área es Santos Luzardo, que ha vuelto después de estudiar derecho para imponer control en la hacienda de su familia. Él sospecha que el capataz de la hacienda llamado Balbino Paiba, había estado trabajando de forma disimulada para Doña Bárbara a fin de poder robar sus ganados. Los otros peones no creen que Santos sea el que le ponga bocado a las fechorías de Doña Bárbara, pero él demuestra con su manejo excelso del caballo, que el equilibrio del poder de la región están a punto de cambiar.
Doña Bárbara tiene una hija adolescente llamada Marisela con Lorenzo Barquero, el terrateniente con el que ella estuvo involucrada y al cual le quitó todas sus pertenencias dejándolo en la calle. La madre no quiere saber de ella y es dejada al completo abandono, aunque Juan Primito, un criado de Doña Bárbara, se ocupa secretamente de ella.
Después de que Santos descubre a Marisela, se ocupa de ella y de su padre llevándoselos a su hacienda para brindarle educación a Marisela y alejar a Barquero del vicio del alcohol. Mientras tanto, Doña Bárbara se siente atraída por Santos, pero cuando ella se entera de que su propia hija es un rival para su afecto, busca por todas las vías arruinarlos.
Todo esto representa el conflicto entre la civilización y la barbarie. En ella el progreso está personificado en Santos Luzardo y el atraso, impuesto por el determinismo del medio geográfico, en el resto de los personajes, especialmente en Doña Bárbara.
Doña Bárbara representa aquella Venezuela cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de libertad, latifundismo, injusticia y brujería; pero en el melodrama se muestra que en la realidad existía también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces, gente representada por Santos Luzardo.
Es una novela realista, hay en ella una observación profunda del mundo, una marcada descripción de una realidad, su intención va más allá de lo literario. Persigue un fin social, un cambio en la sociedad, la obra muestra la clásica y casi compulsiva obsesión de Rómulo Gallegos por incidir en la realidad venezolana rural, salvaje e insensata del siglo XIX mediante un proyecto civilizador que plantee, en primera instancia, un impulso educativo abrasador, proyectado por una sociedad o un hombre intelectual cuya meta es concientizar al bárbaro, luego de la negativa inicial que la única manera de progreso es el cumplimiento de la ley y que existen mecanismos colectivos de bien común que van más allá de simples personalismos e instintos particulares. Gallegos plantea, pues, una solución al caudillismo.

martes, 12 de noviembre de 2013

El mundo es ancho y ajeno. Ciro Alegría


El mundo es ancho y ajeno es una novela del escritor peruano Ciro Alegría (1909-1967), publicada en 1941, considerada como una de las obras más destacadas de la literatura indigenista o regionalista, y la obra maestra de su autor. Mario Vargas Llosa, al hablar sobre la literatura de su país, ha afirmado que El mundo es ancho y ajeno constituye «el punto de partida de la literatura narrativa moderna peruana y su autor nuestro primer novelista clásico». Cuenta con numerosas ediciones en castellano y es la novela más traducida del autor, a más de treinta idiomas.
Esta novela es también la primera gran novela peruana de dimensión universal. Si bien existen novelas peruanas anteriores, estas no son sino en su totalidad intentos fallidos o imperfectos. Aun cuando en otros países de Latinoamérica se tenían notables ejemplos de novelas regionalistas, indigenistas y sociales (como Doña Bárbara, Don Segundo Sombra, Raza de Bronce o Los de abajo), en el Perú no existía hasta entonces una novela que pudiese compararse a aquellas.
La novela narra los problemas de la comunidad andina de Rumi, liderada por su alcalde Rosendo Maqui, quien enfrenta la codicia del hacendado don Álvaro Amenábar y Roldán, el cual finalmente les arrebata sus tierras. «Váyanse a otra parte, el mundo es ancho», dicen los despojadores a los comuneros. Estos buscarán entonces un nuevo lugar donde vivir. Pero si bien es cierto que el mundo es ancho o inmenso, siempre será ajeno o extraño para los comuneros. La experiencia trágica de muchos de ellos que van a ganarse la vida a otros lugares, sufriendo la más cruel explotación, padeciendo enfermedades y hasta la muerte, lo demostrará con creces. Para el hombre andino la comunidad es el único lugar habitable. Este es el mensaje último que nos trasmite la novela.

El mundo es ancho y ajeno relata la vida de la comunidad de Rumi, ubicada entre las altas montañas de la Cordillera de los Andes, en el departamento de La Libertad (norte del Perú). Los indígenas que integran esa comunidad, encabezados por el alcalde Rosendo Maqui, se defienden de un déspota hacendado, don Álvaro Amenábar, quien, amparado por jueces corruptos y testigos falsos, quiere arrebatarle sus tierras para expandir su ya inmensa propiedad. Pero lo que en realidad más apetecía el hacendado era convertir a los comuneros en peones para que laboraran en una mina de su propiedad cercana a Rumi. Las tierras de cultivo tenían para él un valor secundario.
Debido a ello la comunidad de Rumi se encuentra permanentemente acechada por el despojo; cuando esto al fin sucede, los comuneros se trasladan a las alturas de Yanañahui, tierras pedregosas y de clima inhóspito, de escasa productividad, pero que al menos les permite mantener viva la comunidad. No obstante, muchos comuneros huyen en busca de un futuro mejor y se emplean en diversas partes del Perú, viviendo experiencias muy duras y hasta fatídicas. Varios capítulos de la obra se dedican a relatar las peripecias de algunos de estos comuneros, como Amadeo Illas, Calixto Páucar, Augusto Maqui, Demetrio Sumallacta y Juan Medrano.
Empero, las agresiones del hacendado continúan. Los comuneros, guiados por un abogado indigenista, apelan ante la Corte Superior para recuperar sus tierras, pero el expediente del juicio es robado por hombres contratados por Amenábar y termina en la hoguera. Algunos comuneros se unen a la banda del Fiero Vásquez, famoso ladrón, y se vengan a su manera de la gente de Amenábar. Rosendo Maqui es acusado de ladrón de ganado, de incitador de la violencia y de dar refugio a bandidos, entre ellos al Fiero Vásquez. El viejo alcalde es encarcelado y muere en su celda tras ser golpeado por los guardias.
Los años transcurren y una nueva perspectiva para la comunidad se abre con la llegada de Benito Castro, un antiguo residente de Rumi, hijo adoptivo de Rosendo, que retornaba tras 16 años de ausencia. Benito, que ha recorrido el país viendo las injusticias, y que además ha aprendido a leer y escribir, trae las ideas de la modernidad a la comunidad, la cual según su punto de vista debía abandonar supersticiones e ideas anticuadas que constreñían su desarrollo, aunque conservando lo mejor de ella, como era la ayuda comunitaria. Es elegido Alcalde y bajo su dirección, la comunidad, con sede en Yanañahui, resurge y empieza a prosperar.
Sin embargo, ante un segundo juicio de linderos interpuesto por el ambicioso Amenábar, los comuneros, por instigación de Benito, se levantan en armas para evitar el despojo. La sublevación es brutalmente reprimida por la guardia civil, aliada con los caporales de Amenábar. Los comuneros rebeldes son aniquilados uno tras otro cayendo bajo el fuego de la ametralladora. La comunidad desaparece así.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La mansión (Howards End). E.M. Forster


La mansión (Howards End) es una novela de E.M. Forster (1879-1970) publicada en 1910 sobre las relaciones sociales y familiares en la Inglaterra del cambio de siglo. Está considerada como la obra maestra de Forster. 

La historia gira alrededor de tres familias en Inglaterra a principios del siglo XX: los Wilcox, capitalistas ricos que hicieron fortuna en las colonias; los hermanos Schlegel (Margaret, Tibby y Helen) que son medio alemanes y que tienen mucho en común con el llamdo Grupo de Bloomsbury; y los Bast, una pareja de clase media baja. Las hermanas Schlegel tratan de ayudar a los pobres Bast e intentan que los Wilcox tengan menos prejuicios.

Las Schlegel se encuentran frecuentemente con los Wilcox. La más joven, Helen, durante un breve período se siente atraída por el Wilcox más joven, Paul; cada uno rechaza al otro por sus propias razones. La hermana mayor, Margaret, se convierte en amiga de la madre de Paul, Ruth Wilcox. La posesión personal más apreciada de Ruth es su casa familiar llamada Howards End. Desea que Margaret pueda vivir allí y presiente que así estará en buenas manos. El propio marido de Ruth y sus hijos no valoran la casa y su rica historia porque tales abstracciones son extrañas para ellos, aunque son muy queridas por Margaret. Ruth está muy enferma y Margaret y su familia están a punto de ser desalojados de su casa en Londres por un promotor de la construcción. Ruth lega la casa a Margaret en una nota escrita a mano, que es entregada por la enfermera al marido cuando ella muere. Esto causa gran consternación entre los Wilcox. El viudo Henry Wilcox y los hijos queman la nota sin decir nada a Margaret sobre su herencia. Sin embargo, al cabo de varios años, Margaret hace amistad con Henry y finalmente se casa con él. Margaret, mujer de espíritu libre, intenta que Henry se abra más con pocos resultados. Charles, el hijo mayor de Henry, y su esposa Dolly intentan impedir que Margaret tome posesión de Howards End.

Gradualmente Margaret se da cuenta de la actitud desdeñosa de Henry hacia las clases más bajas. Por consejo de éste, Helen le dice a Leonard Bast que deje su respetable trabajo como empleado de una compañía de seguros, porque la compañía se ha quedado fuera de un poderoso grupo de compañías y así es vulnerable a la quiebra. Unas cuantas semanas después Henry cambia de opinión a la ligera, habiendo olvidado enteramente lo de Bast, pero es demasiado tarde y Bast ha perdido ya su tenue solvencia económica.

Bast vive con una mujer conflictiva y "caída en desgracia" de la que se siente responsable y con la que acaba casándose. Helen continúa intentando ayudar al joven Leonard (quizás en parte por haber intervenido en su vida sin quererlo Leonard) pero todo va terriblemente mal. Cuando Helen lleva a los Bast a la boda de Evie Wilcox, la hija de Henry, éste reconoce a la mujer de Bast como su antigua amante y rehúsa ayudarles. Luego relata a Margaret que diez años antes cometió adulterio con la esposa de Bast en Chipre, pero que luego la había abandonado a la ligera, siendo ella una chica inglesa en suelo extranjero sin medios para volver a su país. Margaret se enfrenta a Henry por el mal trato que dio a la mujer. Henry se siente avergonzado por el asunto pero nada arrepentido de su duro trato. Las hermanas Schlegel se apartan un tanto a causa del próximo matrimonio de Margaret y el trato que les han dado a los Bast. En un momento de piedad por el pobre y ya condenado Bast, Helen tiene una aventura con él. Encontrándose embarazada, deja Inglaterra para viajar a Alemania y ocultar su condición, pero finalmente regresa a Inglaterra cuando se entera de que su tía Juley está enferma. Helen rehúsa tener un encuentro con Margaret en un esfuerzo por ocultar su embarazo pero es engañada por Helen, que actúa bajo el consejo de Henry, para tener una entrevista en Howards End. Henry y Margaret planean que la vea un doctor, ya que piensan que la conducta evasiva de Helen es producto de una enfermedad mental. Cuando ven a Helen en Howards End, también descubren su embarazo.

Margaret intenta en vano convencer a Henry de que si él puede tolerar su propio adulterio, debe perdonar a Helen. Leonard Bast llega entonces a la casa, atormentado por todo el asunto, y deseando hablar con Margaret. No se da cuenta de la presencia de Helen. El hijo de Henry, Charles, ataca a Bast por el deshonor que ha traído a Helen y accidentalmente le mata. Cuando Charles le golpea con el borde plano de una espada, Leonard se agarra a una librería que se le cae encima y su débil corazón le falla.

Charles es acusado de homicidio y enviado a la cárcel por tres años. El consiguiente escándalo y conmoción provocan que Henry evalúe su vida y empiece a conectar con los otros. Lega Howards End a Margaret, que declara que irá a parar a su sobrino (el hijo de Helen y Leonard) cuando ella muera. Helen se reconcilia con su hermana y Henry y decide criar a su hijo en Howards End. Margaret es considerada usualmente como la heroína de la historia porque, permaneciendo casada con Henry a pesar del escándalo, actúa como una fuerza unificadora al reunir a todos los personajes apaciblemente en Howards End. Henry es visto algunas veces como un héroe porque triunfa sobre su impericia para conectar con las situaciones de los otros. Al final, la intelectualidad de mente abierta de los Schlegel se reconcilia o equilibra con la economía práctica de los Wilcox, aprendiendo lecciones los unos de los otros. 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Miguel de Cervantes


Los trabajos de Persiles y Sigismunda es la última obra de Miguel de Cervantes. Pertenece al subgénero de la novela bizantina. El propio autor la consideró su mejor obra; sin embargo la crítica da este título unánimemente a Don Quijote de la Mancha. En ella escribió la dedicatoria al Conde de Lemos el 19 de abril de 1616, cuatro días antes de morir.

En Los trabajos de Persiles y Sigismunda, publicada en 1617 casi simultáneamente en Madrid, Barcelona, Lisboa, Valencia, Pamplona y París (seis ediciones, lo que muestra su notable acogida), se narra un conjunto heterogéneo de peripecias que, como era habitual en la llamada «novela bizantina» o «helenística», incluye aventuras y una separación de dos jóvenes que se enamoran y acaban encontrándose en una anagnórisis al final de la obra. En ella, Periandro y Auristela (que solo tras el desenlace en matrimonio cristiano de la novela adoptarán los nombres de Persiles y Sigismunda), príncipes nórdicos, peregrinan por varios lugares del mundo para acabar llegando a Roma y, juntos, contraer matrimonio.

Cervantes intentó con este relato construir una obra narrativa cuyo género, a diferencia del Quijote, que solo era una parodia y de un género medieval, sí estaba avalado por la práctica de la literatura clásica; de este modo partía de un modelo narrativo que recogían las preceptivas literarias neoaristotélicas renacentistas.
Pretendió, con ello, crear para la narrativa española un modelo de novela griega de aventuras adaptada a una visión del mundo católica, que siguiera el ejemplo de la Historia de Leucipe y Clitofonte de Aquiles Tacio o Teágenes y Cariclea de Heliodoro. Esta última se había descubierto en el Renacimiento, publicada en 1534 y traducida enseguida a las lenguas más importantes de la época (al español en 1554), constituyéndose inmediatamente en un referente clásico a ser imitado. El tratado de preceptiva literaria del Pinciano Filosofía antigua poética (Madrid, 1596), que debió influir en la teoría cervantina de la novela, consideró a las Etiópicas (otro nombre por el que fue conocida la historia de Teágenes y Cariclea) como una obra perteneciente a la épica antigua que podía ser asimilada a otros autores de narrativa heroica, como Homero o Virgilio, con la diferencia de su escritura en prosa.

Es este tipo de género literario el que Cervantes emprendió en el Persiles como culminación a su obra narrativa, pues se ajustaba a los modelos teóricos de prestigio. En la teoría, el Quijote pertenecía al género bajo de la literatura por su carácter cómico, risible y paródico; el Persiles se acogería al registro sublime de la preceptiva neoaristotélica, pero con el añadido, respecto a la literatura gentil o pagana, de su asunción de una espiritualidad cristiana. Si el Quijote se concibe como un ejemplo ex contrariis, el Persiles constituiría el ejemplo a seguir, intentando superar a otras novelas bizantinas españolas como el Clareo y Florisea (1552) de Alonso Núñez de Reinoso o El peregrino en su patria (1604), de Lope de Vega. Cervantes, prologando sus Novelas ejemplares, ya había señalado que estaba redactando el Persiles, «libro que se atreve a competir con Heliodoro». Según Avalle Arce, la última narración de Cervantes suponía «la gran epopeya cristiana en prosa, propósito que ha desorientado a muchos lectores y provocado no menos desaciertos críticos».

Riley (1990) explica que las ideas sobre el libro de caballerías ideal que el canónigo de Toledo expone en el capítulo XLVII de la primera parte del Quijote responden cabalmente a definir el carácter del Persiles. Cervantes estaba persuadido de que su última obra rehabilitaría su prestigio como narrador, perdido entre ciertos sectores de la crítica literaria por las insuficiencias que mostraba el Quijote desde el punto de vista de la preceptiva erudita.


La obra tiene como título completo Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, historia septentrional, siendo el subtítulo "historia septentrional", el que mejor se adapta a los dos primeros libros, que se desarrollan en las neblinosas playas nórdicas, que son representadas por viajeros y escritores, con su encendida fantasía del barroco, como el último horizonte de lo fantástico y misterioso.

Cervantes coge ese mundo maravilloso y fabuloso como fondo de una perfecta epopeya en prosa que el canónigo del Quijote oponía a las "ridículas" extravagancias de los libros de caballería, escritos sin ningún arte ni regla. En el Persiles se producen situaciones basadas en la habitual pareja de amantes a quienes el destino somete a las más inesperadas aventuras y adversidades, que culminan con la definitiva unión de los enamorados.

Esta situación es modernizada por Cervantes, el cual confiere a la pareja todas las virtudes poéticas y cristianas posibles, sustituyendo el luminoso y vital mundo mediterráneo por el tétrico septentrión. Persiles, es príncipe de Thule, y Sigismunda, es hija del rey de Frislandia. Se hacen pasar por hermanos bajo los nombres falsos de Periandro y Auristela, y comienzan un peregrinar desde las extremas regiones septentrionales hasta la ciudad de Roma, pasando por Portugal, Francia e Italia, para conseguir del Papa la legitimación de su amor, que atraviesa con castidad y pureza las más complicadas y terribles pruebas.

El plan de la novela es complicado, pues se basa fundamentalmente en una línea narrativa que se interrumpe frecuentemente, lo que permite al autor sugerir la intervención de un hado ciego bajo cuya influencia se sitúan los protagonistas y demás personajes secundarios que por azar se encuentran en el camino. En las dos primeras partes, los personajes se encuentran en unas situaciones de absoluta fantasía viviendo naufragios, raptos, separaciones, sueños, y muchas otras historias que enriquecen la trama.

En los dos últimos libros, Cervantes buscará como escenario para las aventuras de los enamorados mayor variedad e historicidad, variando en plazas y ciudades de su mundo contemporáneo, aunque sin dejar de mantener la sorpresa y la intriga. Así, logra también reflejar su verdadera naturaleza de autor fino y humorístico que observa detenidamente la realidad humana.

El final de la novela no queda demasiado definido, dándose una conclusión trágica motivada por la muerte de Periandro, y un final sorprendentemente feliz en el último capítulo. Esta indefinición no supone, de todos modos, perturbación alguna, porque no se trata de buscar una coherencia lógica interna de los personajes de la novela, sino precisamente un sugestivo y motivador esquema de sombras fugaces e impersonales que actúan en un mundo idealizado y que se evoca con artificios que nos trasladan a una extraordinaria musicalidad.

martes, 15 de octubre de 2013

Los ríos profundos. José María Arguedas



Los ríos profundos es la tercera novela del escritor peruano José María Arguedas (1911-1969). Publicada por la Editorial Losada en Buenos Aires (1958), recibió en el Perú el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma» (1959) y fue finalista en Estados Unidos del premio William Faulkner (1963). Desde entonces creció el interés de la crítica por la obra de Arguedas y en las décadas siguientes el libro se tradujo a varios idiomas.
Según la crítica especializada, esta novela marcó el comienzo de la corriente neoindigenista, pues presentaba por primera vez una lectura del problema del indio desde una perspectiva más cercana. La mayoría de los críticos coinciden en que esta novela es la obra maestra de Arguedas.
El título de la obra (en quechua Uku Mayu) alude a la profundidad de los ríos andinos, que nacen en la cima de la Cordillera de los Andes, pero a la vez se refiere a las sólidas y ancestrales raíces de la cultura andina, la que, según Arguedas, es la verdadera identidad nacional del Perú.

La novela narra el proceso de maduración de Ernesto, un muchacho de 14 años quien debe enfrentar a las injusticias del mundo adulto del que empieza a formar parte y en el que debe elegir un camino. El relato empieza en el Cuzco, ciudad a la que arriban Ernesto y su padre, Gabriel, un abogado itinerante, en busca de un pariente rico denominado El Viejo, con el propósito de solicitarle trabajo y amparo. Pero no tienen éxito. Entonces reemprenden sus andanzas a lo largo de muchas ciudades y pueblos del sur peruano. En Abancay, Ernesto es matriculado como interno en un colegio religioso mientras su padre continúa sus viajes en busca de trabajo. Ernesto tendrá entonces que convivir con los alumnos del internado que son un microcosmos de la sociedad peruana y donde priman normas crueles y violentas. Más adelante, ya fuera de los límites del colegio, el amotinamiento de un grupo de chicheras exigiendo el reparto de la sal, y la entrada en masa de los colonos o campesinos indios a la ciudad que venían a pedir una misa para las víctimas de la epidemia de tifus, originará en Ernesto una profunda toma de conciencia: elegirá los valores de la liberación en vez de la seguridad económica. Con ello culmina una fase de su proceso de aprendizaje. La novela finaliza cuando Ernesto abandona Abancay y se dirige a una hacienda de propiedad de «El Viejo», situada en el valle del Apurímac, a la espera del retorno de su padre.

Mario Vargas Llosa, quien junto con Carlos Eduardo Zavaleta, ha sido el primero en desarrollar la «novela moderna» en el Perú, reconoce que Arguedas, pese a que no desarrolla técnicas modernas en sus narraciones, se muestra sin embargo mucho más moderno que otros escritores que responden al modelo clásico, el de la «novela tradicional», propia del siglo XIX, como sería el caso de Ciro Alegría.
Vargas Llosa reconoce el impacto emocional que le dejó la lectura de Los ríos profundos, al cual califica sin ambages como una auténtica obra maestra. Resalta también el manejo que da Arguedas al idioma castellano hasta alcanzar en esta novela un estilo de gran eficacia artística. Es un castellano funcional y flexible, donde se hacen visibles los distintos matices de la pluralidad de asuntos, personas y particularidades del mundo expuesto en la obra. Arguedas, escritor bilingüe, acierta en la «quechuización» del español: traduce al castellano lo que algunos personajes dicen en quechua, incluyendo a veces en cursiva dichos parlamentos en su lengua original. Lo cual no lo hace frecuentemente pero si con la periodicidad necesaria para hacer ver al lector que se trata de dos culturas con dos lenguas distintas.

jueves, 3 de octubre de 2013

La vorágine. José Eustasio Rivera


La Vorágine es la única novela que publicó el escritor colombiano José Eustasio Rivera (1888-1928), y su obra más famosa. Salió a la luz el 25 de noviembre de 1924 y es considerada un clásico de la literatura colombiana, así como una de las más importantes dentro del modernismo latinoamericano, aunque a menudo es asociada al costumbrismo por la descripción pictórica de las culturas rurales.
La novela narra las peripecias del poeta Arturo Cova y su amante Alicia, historia de pasión y venganza enmarcada en los llanos y la selva amazónica a donde los dos amantes huyen de la sociedad, y que expone a lo largo de su trama las duras condiciones de vida de los colonos e indígenas esclavizados durante la fiebre del caucho.

La novela se divide en tres partes marcadas por tres escenarios distintos y claros puntos de giro. La primera parte narra la huida de Arturo y Alicia desde Bogotá hacia los llanos orientales. La segunda parte cuenta la estancia en los llanos y la separación de Alicia y la tercera relata la incursión en la selva amazónica en busca de ella.
El cuerpo principal de La Vorágine lo conforma el relato en primera persona de la aventura de Arturo Cova quien huye de las convenciones sociales de la estrecha sociedad bogotana de principios del siglo XX. Esta huida lo lleva a los llanos orientales, donde se separa intempestivamente de Alicia, su compañera. La búsqueda de Alicia lo llevará a la selva de la Amazonía colombiana, donde Arturo será testigo de la penosa esclavitud de los trabajadores que extraen el caucho.
De forma paralela se presenta el testimonio del cauchero Clemente Silva, que emprende un éxodo desde la ciudad de Pasto, tras las huellas de su hijo, encontrando solamente la esclavitud en las caucheras.
Uno de los escenarios y personajes principales del relato es la selva, que mediante alucinaciones, enfermedades y plagas ataca hasta la muerte al hombre que la explota, en un ciclo de destrucción mutua. Esta selva enclaustrante, húmeda y malsana, contrasta con el escenario inicial en la llanura que representa la libertad y esperanza perdidas.

La Vorágine sigue la estructura narrativa del mito clásico greco-latino, de forma similar a la historia de Orfeo, La Eneida de Virgilio o La Odisea de Homero, en donde el héroe emprende un viaje iniciático, y tras descender a un mundo laberíntico e infernal, alcanza un final epopéyico. En el caso de La vorágine el poeta desciende al "infierno verde" en busca de su amada, sin embargo, oponiéndose al modelo tradicional, su protagonista no regresa al punto de partida. Este final abierto o de cierta forma inconcluso, constituye una de las características más importantes de la novela moderna.
En cuanto al estilo, es especialmente notable la descripción de los escenarios (primordialmente la selva) y situaciones, que se muestran en medio de una prosa con permanente musicalidad y abismante detalle, generando gran impacto en las escenas de violencia o desesperación que atraviesan los protagonistas. Otro aspecto innovador en Rivera fue la superación del argumento con un solo plano narrativo. De este modo, la narración se ve fragmentada por diversas "historias" como las de Fidel Franco, Clemente Silva o Helí Mesa.
La Vorágine es una de las principales obras literarias del modernismo latinoamericano, y se puede observar su influencia en obras posteriores como Canaima de Rómulo Gallegos y Calunga del brasileño Jorge de Lima.
Horacio Quiroga, otro gran escritor de la selva y la frontera, la consideraba “el libro más trascendental que se ha publicado en el continente” y califica a Rivera como "el poeta de la selva".

La vorágine retrata el clima intelectual y político de la Colombia de los años veinte. Su afán por denunciar los problemas de las fronteras, como la explotación infrahumana o la locura, respondió a las inquietudes de la generación del Centenario, a la que perteneció José Eustasio Rivera. Aunque ya existían publicaciones denunciando las atrocidades de los caucheros blancos en las selvas del Putumayo muchas de las cuales fueron fuente directa de información para José Eustasio Rivera, La vorágine es la primera novela de denuncia social en la literatura colombiana mezclando la ficción y la realidad.
La intención principal de la obra es plasmar una denuncia social de las condiciones de explotación y miseria a la que son sometidos los caucheros en los siringales, de forma impactante pero sin caer en moralismos ni juicios de culpabilidad. Asimismo, los escenarios y culturas descritas son la expresión, a través de una visión poética, del conocimiento que adquirió el autor al participar en la Comisión Demarcadora de Límites de Colombia con Brasil, Venezuela y Perú.
Es difícil establecer la cuota de veracidad en la historia de La vorágine, sin embargo se han identificado varias personas que incidieron en la creación de los personajes. El principal es Luis Franco Zapata un manizalita que conoció a José Eustasio Rivera en Orocué, en 1918, en donde se estableció tras huir de Bogotá con la joven Alicia Hernández. Adicionalmente, se han encontrado referencias históricas del coronel Tomás Funes, el comerciante de caucho Julio Barrera Malo y el cauchero Clemente Silva entre otros.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Historia universal de la infamia. Jorge Luis Borges


Historia Universal de la Infamia es una colección de historias cortas escritas por Jorge Luis Borges, publicada por primera vez en 1935, y revisada por el autor en 1954. La mayoría fueron publicados por separado en el Diario Crítica entre 1933 y 1934.
En su prefacio a la edición de 1954, Borges se distanció un poco del libro, que puso como ejemplo del barroco, "cuando el arte exhibe y dilapida sus recursos."
En las narraciones hay muchas alteraciones arbitrarias, sobre todo en las fechas y nombres, y no pueden ser denominadas como históricas. Todos los relatos están basados en crímenes reales.

Destacaremos cuatro cuentos.

El impostor inverosímil Tom Castro.

El cuento se centra en el personaje de Arthur Orton, quién nació en Wapping (distrito de Londres) y creció en Inglaterra. Después de una infancia difícil, Orton decide huir al mar y en Valparaíso cambia su nombre a Tom Castro. En Sidney, Australia, conoce a Bogel, un negro sirviente, y se hacen amigos. Un día, ambos leen en el diario local sobre el naufragio de la nave Mermaid en el Atlántico y el pasajero Roger Charles Tichborne, quien supuestamente se hundió con el barco. La madre de Tichborne, Lady Tichborne, no quiere creer en la muerte de su hijo y publica avisos en los periódicos para buscarle. Después de leer eso, Bogel tiene la idea de que Tom Castro pretenda ser Tichborne, aunque los dos no tienen nada en común, ni en la apariencia física, ni en la educación. No obstante, Bogel no quiere que Castro imite a Tichborne, sino que piensa que sería más creíble si el pretendiente no tratase de parecerse a Tichborne. Castro escribe a Lady Tichborne y da la prueba de su identidad con un episodio de su niñez. Aunque es ficticio, Lady Tichborne lee la carta hasta que encuentra los recuerdos y cree que su hijo está vivo. Bogel y Castro se presentan a Lady Tichborne y ella reconoce a su hijo. Poco después, Lady Tichborne muere y «los parientes entablan querella contra Arthur Orton por usurpación de estado civil». Algunos creen que él es Tichborne, otros no. El tribunal condena a Orton a catorce años de trabajos forzados. Antes de que Orton sea condenado, Bogel muere en una colisión con un carruaje y cumple la muerte que predijo años antes. Orton, después de salir de la cárcel, pronuncia conferencias, a veces diciendo que fue inocente, a veces diciendo lo opuesto. Muere en el año 1898.

La viuda Ching, pirata.

Todo comienza con el nombramiento del pirata Ching como almirante de su armada (por parte de los accionistas). Esta posición le da la autoridad de mandar a los piratas por debajo de su nivel, quienes ostentaban la reputación de ser crueles y de arrasar con todo lo que se interponía en su camino. De una forma planeada por los accionistas, el pirata Ching es envenenado y muere, dejando a la viuda Ching con resentimiento hacia los accionistas que traicionaron a su esposo. Es así como la viuda Ching toma su papel como pirata, y es nombrada la almirante de la armada de su difunto esposo. La viuda gana fama como una pirata tenaz y rígida que tiene un reglamento firme que termina con la muerte de aquellos que no sigan las reglas. Sin embargo, su legado termina en una batalla contra una de las armadas más poderosas del océano asiático. Termina por entregarse, se le concede el perdón y más adelante cambia su oficio de pirata al de contrabandista de opio. Al final, decide cambiarse el nombre a «Brillo de la Verdadera Instrucción» separándose de su reputación como la viuda de Ching.

Hombre de la esquina rosada.

El narrador cuenta que una noche estaba en "salón de Julia", un lugar donde se bebía, bailaba y se alternaba con prostitutas en el Barrio Santa Rita, que en ese entonces era una zona rural en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires, cuando entró Francisco Real, apodado El Corralero dándole un empellón a la puerta. Era un hombre alto, fornido, vestido de negro con una chalina color bayo, que venía de otro barrio, del norte, en un coche acompañado de otros hombres. Su actitud provocativa hace que primero el narrador y luego otros concurrentes se le fueran encima para pelear, pero el recién llegado los aparta mientras sigue hasta el fondo del lugar donde estaba Rosendo Juárez, conocido como El Pegador. Este último era un hombre que trabajaba como elemento de choque para un caudillo político y que por su coraje y habilidad con el cuchillo era respetado por todos y admirado por la mayoría de la gente del barrio. Su mujer, conocida como La Lujanera era, entre las que iban al lugar, la más codiciada por los hombres. El Corralero desafía a Rosendo diciéndole que quiere ver cuánto coraje y habilidad tiene, dada su fama de cuchillero y de malo; todos los presentes se mantienen expectantes aguardando el duelo pero El Pegador se niega a pelear. La Lujanera se le acerca, le saca su cuchillo de entre las ropas y se lo pone en la mano pero El Pegador lo lanza por una ventana que daba sobre el arroyo Maldonado. Entonces su mujer se arrima al Corralero, le dice que deja a Rosendo porque es un cobarde y comienzan a bailar juntos. Los demás concurrentes hacen lo mismo y al rato ambos se marchan abrazados. El narrador, que se siente deshonrado y avergonzado, sale del salón con falsas excusas y vuelve poco después. Al rato entra la Lujanera sosteniendo al Corralero agonizante y en tanto lo ven morir cuenta que mientras estaban afuera alguien desafió al Corralero y le clavó un puñal; era alguien desconocido, afirmó, no era Rosendo. Cuando uno de los compañeros de Real acusa a la Lujanera de ser la agresora, el narrador se interpone, le hace ver que ella no hubiera tenido la fuerza necesaria para dar la puñalada y se burla de que un hombre con fama de fuerte en su barrio como el difunto fuera a terminar muriendo en ese lugar, donde nunca pasaba nada. En eso escuchan que está acercándose la policía a caballo y, queriendo evitar problemas, los presentes arrojan el cadáver del Corralero al arroyo por la ventana y continúan bailando. Al final, el narrador-personaje insinua que él había matado al Corralero.

El espejo de tinta.

Abderrahman el Masmudí, el hechicero del cruel Rey Doliente de Sudán, tiene poderes sobrenaturales que le permiten proyectar las maravillas del mundo en un pequeño espejo de tinta. Entre esas maravillas siempre aparece un hombre con una máscara. Un día, el rey despiadado pide ver morir un hombre. En el espejo de tinta aparece un hombre con el rostro cubierto. El hechicero manda traer a ese hombre y cuando lo traen a la presencia del rey, el hechicero le advierte sobre el peligro de matar a este hombre. El rey le pide que prosiga con la ejecución y cuando le quitan la máscara al hombre, el rey ve que la cara de aquél hombre es la suya propia. El miedo y la locura lo invaden y rueda muerto por el suelo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Gaspar Ruiz. Joseph Conrad




Gaspar Ruiz es una novela corta escrita por Józef Teodor Konrad Korzeniowski de Nałęcz, más conocido por su seudónimo Joseph Conrad (1857 – 1924), novelista polaco nacionalizado inglés.
Fue publicada en el Strand Magazine en 1906 e incluida en la obra A Set of Six en 1908.

La acción se desarrolla en el marco de la lucha que emprendiera el general José de San Martín en pro de la independencia de varias naciones sudamericanas en la segunda década del siglo XIX. El general Santierra, ya anciano, hace el relato a sus visitantes comenzando desde cuando conoció a Gaspar Ruiz poco después de un gran combate a orillas del río Biobío, lo que permite fijarlo a comienzos de mayo de 1819. Gaspar Ruiz era un campesino chileno que sin su consentimiento fue reclutado como soldado por el ejército independentista. Los realistas lo capturan durante un combate y lo incorporan a sus tropas. Cuando se inicia el relato Ruiz había sido hecho prisionero por el ejército patriota y estaba cerca de Valparaíso. Se había dispuesto su fusilamiento por traidor y Santierra, que en ese entonces tenía el grado de teniente, trata de salvar su vida para reincorporarlo al ejército pero no lo consigue aunque sí logra mejorar sus condiciones de encierro mientras espera se cumpla la sentencia.
Junto con otros prisioneros en su misma situación se realizó el fusilamiento de Ruiz pero éste, de gran contextura física, sobrevivió fingiéndose muerto. Al anochecer huye del lugar seriamente herido y cuando logra llegar a un rancho muy precario pierde el conocimiento.
En el lugar vive en la pobreza un viejo español arruinado por la Revolución que lo privó de sus bienes, que tiene sus facultades mentales alteradas y vive con su hija Herminia, una joven muy bella. Ruiz fue cuidado por la joven, quien compartió con él sus escasos alimentos, y cuando está recuperado comprende que de permanecer en el lugar corre riesgo de ser apresado. Se va sabiendo que además de ser muy fuerte Ruiz sabe leer y escribir y tiene condiciones para el liderazgo.
Santierra pasaba a menudo cerca del rancho cuando iba a caballo camino a Valparaíso y a veces había visto de lejos a sus moradores. Un día la muchacha lo llama para contarle que Ruiz está en el lugar y que quiere un salvoconducto para ir a ver al general San Martín para confiarle una información muy importante
Santierra transmitió el mensaje al general Robles, el superior con el que tenía más confianza, dándole su opinión personal favorable a Ruiz. Robles decide que deben ir a detenerlo pero se compromete a respetar su vida. Cuando entran a la casa solamente encuentran a Herminia y su padre y en ese momento comienza un terremoto sin que puedan salir de allí por estar trabadas las puertas; Ruiz desde el exterior con su extraordinaria fuerza derriba la puerta y los salva con excepción del padre de Herminia que fallece por la caída del techo. Robles y Santierra se van para ayudar a otras víctimas y dejan a Ruiz y Herminia.
Luego de un tiempo Ruiz envió una carta a Robles en Santiago de Chile pidiendo una entrevista con el general San Martín, en la plaza, de noche, para darle una información que demostrará su lealtad. Acude San Martín y hablan a solas. Como consecuencia de ello le confía a Ruiz el mando de una pequeña patrulla para ir al sur de Chile y destruir un polvorín que se encuentra en el territorio controlado por las fuerzas realistas. Cumplió su misión con éxito y al regreso San Martín le concede el grado de capitán y le confía la tarea de vigilar y defender la frontera sur. Cuando Ruiz informó que a los realistas capturados los había dejado en libertad ante la imposibilidad de trasladarlos a Santiago de Chile, San Martín en contra de la opinión de Robles y de la mayoría de los oficiales presentes lo felicita por su actitud.
A partir de allí y mientras continúa su carrera militar, Santierra va recibiendo noticias de Ruiz. Se entera que tiene mala relación con el gobernador civil de la zona que se queja por su lenidad con los realistas y porque se había casado con una joven partidaria de los realistas. Finalmente se entera que Ruiz alegando que el gobernador había dado orden de prenderle, irrumpió en la casa del mismo, lo mató y se atrincheró en un cerro con la mayor parte de sus soldados. Resentido por considerar que su valía no fue bien apreciada por el ejército chileno las hostiga permanentemente en alianza con los indios araucanos a los que supo captar. A su lado marcha una mujer blanca, con la que tuvo una hija, que en forma sutil alimenta su resentimiento como medio de ejercitar la venganza por la pérdida de fortuna y posición social producida por la revolución.
Cuando en una acción Ruiz captura dos buques y los entrega a las autoridades españolas asentadas en la isla Chiloé es recompensado con el nombramiento como coronel del ejército español. Sin embargo, al retornar del Perú las tropas chilenas Ruiz va siendo acorralado.
Santierra cae prisionero de las fuerzas de Ruiz y en forma simultánea a raíz de una traición su esposa e hija son apresadas por las fuerzas chilenas y llevadas a un pequeño fuerte. Para rescatarlas lo ataca con una pequeña partida pero al ver que no consigue su propósito hace traer un cañón con el que piensa derribar la puerta e ingresar con los indios que lo apoyan.
El cañón llega pero sin la cureña por lo que Ruiz dispone que su enorme peso se apoye en su espalda y así va dirigiendo los disparos con los cuales derriban la puerta del fuerte pero en ese momento el peso lo aplasta y lo lesiona gravemente al mismo tiempo que se escucha la llegada de tropas chilenas de refuerzo que hace huir a los atacantes. Poco después Ruiz muere y Santierra es comisionado para llevar a Herminia y su hija a caballo a Santiago. En el camino la mujer le entrega en brazos a la niña y se suicida arrojándose a un barranco. A esta altura del relato Santierra revela que esa niña es ahora la hermosa joven que presenta como su hija.

martes, 6 de agosto de 2013

Las afinidades electivas (Die Wahlverwandtschaften). Johann Wolfgang von Goethe



Novela publicada en 1809 por Johann Wolgang von Goethe (1749-1832), que pone en tela de juicio los fundamentos del matrimonio. Cuatro personas que pasan una temporada aisladas en una mansión rural se sienten atraídas de manera tal que amenazan las relaciones establecidas y esperadas. La fuerza de esta atracción es imperativa y misteriosa, igual que los poderes naturales - de donde Goethe toma prestado el título - que empujan a ciertos elementos químicos a unirse y a otros a separarse. Las reflexiones en torno a la moral, el dominio de sí y la alienación enfermiza causada por la dificultad de enfrentar las propias pasiones hacen de Las afinidades electivas una obra de gran actualidad.

La novela tiene dos personajes principales, la pareja formada por Eduard y Charlotte (elementos A y B) que se verán influidos y alterados por la llegada a primer plano de los personajes de El Capitán y Ottilie (elementos C y D).
Charlotte es el ejemplo de la mujer razonable que, constantemente, induce a la reflexión y que mide todos sus comportamientos. Se trata de una mujer madura, serena y con gran instinto para predecir las relaciones humanas. Está casada con Eduard (su amor de juventud) en segundas nupcias. Ella se cuida a la perfección de la casa y de sus gastos, así como de vigilar que haya siempre armonía y paz en el hogar. Es el símbolo de la resignación al presente que le toca vivir. Es protectora y tolerante.
Eduard es un hombre infantil y egoísta. No tiene apenas fuerza de voluntad ni valor. Se obsesiona, en su juventud, con conseguir a Charlotte y, más tarde, se enamora apasionadamente de la joven Ottilie y no cesa hasta que se considera correspondido.
El Capitán (que hace de elemento C) es un viejo amigo de Eduard que llega a la casa (donde transcurre la mayor parte de la novela) por la insistencia de éste. Como Charlotte, y al contrario de Eduard, es reflexivo y no se deja llevar por sus impulsos. Es equilibrado y, a la vez, resignado con las circunstancias que reinan en cada momento.
Ottilie es el elemento que desequilibra la novela (el D). Es la hija adoptiva de Charlotte, y estudia junto a la hija natural de ésta, Lucine, en un internado. Es frágil, servicial y comedida. Lenta en su aprendizaje, carece de talento y no expresa sus sentimientos casi nunca (por ello, Goethe recurrirá en la novela a los diálogos secretos de ella, para que el lector la conozca mejor). Llega a la casa al mismo tiempo que El Capitán, para ayudar a su tía en los trabajos del hogar. La pasión que surge entre ella y Eduard hace que los personajes comiencen un baile repleto de pasión y renuncia.

Desde el momento de su publicación hasta hoy, la novela de Goethe ha levantado una tempestad de confusión interpretativa. Los lectores debaten intensamente el papel de la teoría química de las afinidades electivas presentada en la novela. Algunos arguyen que sugiere una filosofía de la naturaleza que está enraizada en el destino. Otros mantienen que trata del libre albedrío. Otros creen que la teoría química es meramente un recurso estructural que permite al autor anunciar los acontecimientos de la novela y no dar relevancia a los grandes temas de ésta.

jueves, 18 de julio de 2013

El lobo de mar (The Sea-Wolf). Jack London



El lobo de mar (The Sea-Wolf) es una novela de aventuras psicológica publicada en 1904 por el novelista estadounidense Jack London (1876-1916) sobre un crítico literario, superviviente de un naufragio, que cae bajo el dominio de Lobo Larsen, el poderoso y amoral capitán que lo rescata. La primera impresión de cuarenta mil copias fue vendida inmediatamente antes de publicarse por el éxito de su anterior obra La llamada de la selva (The Call of the Wild). Ambrose Bierce escribió: "Lo mejor es esa tremenda creación de Lobo Larsen ... esculpir y presentar dicha figura es el trabajo de una vida".

Al igual que en La llamada de la selva, El lobo de mar cuenta la historia de un protagonista delicado y casero, en el caso de esta novela un intelectual llamado Humphrey van Weyden, obligado a convertirse en resistente y autosuficiente por la exposición a la crueldad y la brutalidad. La historia comienza con él a bordo de un ferry de San Francisco que choca con otro barco en la niebla y se hunde. Humphrey queda a la deriva en la bahía, siendo finalmente rescatado por Lobo Larsen. Larsen es el capitán de una goleta llamada El Fanstama dedicada a la caza de focas. Brutal y cínico, pero también muy inteligente e intelectual (aunque muy sesgado en sus opiniones, ya que es autodidacta), gobierna su barco y aterroriza a la tripulación con la ayuda de su gran fuerza física. Van Weyden lo describe adecuadamente como un individualista, hedonista y materialista. Larsen no cree en la inmortalidad del alma, no encuentra sentido a su vida, a excepción de la supervivencia y el placer, y ha llegado a despreciar la vida humana y negar su valor. Está interesado en alguien capaz de controversias intelectuales, por lo que cuida algo de Van Weyden, a quien llama "Hump" (Joroba), mientras le obliga a convertirse en grumete, hacer un trabajo de baja categoría y aprender a luchar para protegerse a sí mismo de unos compañeros brutales.


Un acontecimiento clave en la historia es un intento de motín contra Lobo Larsen por varios miembros de la tripulación. Los organizadores del motín son Leach y Johnson. Johnson había sido golpeado duramente por Larsen y Leach lo había sido antes cuando fue obligado a convertirse en un remero. El primer intento consiste en tirar a Larsen por la borda, sin embargo se las arregla para volver a subir al barco. Buscando a su agresor se aventura en los dormitorios, situados debajo de la cubierta principal, siendo la única salida una escalera. Al menos siete hombres participan en el motín y atacan a Larsen. Éste, sin embargo, demuestra su resistencia inhumana, fuerza y ​​convicción, y se las arregla para abrirse paso a través de la tripulación, subir la escalera con varios hombres que cuelgan de él y escapar relativamente ileso. Van Weyden es promovido a primer oficial, el primer oficial original había sido asesinado. Larsen después se venga torturando a su tripulación y diciendo que matará a Leach y Johnson a la primera oportunidad. Habiendo empezado la temporada de caza no puede permitirse el lujo de perder toda la tripulación. Más tarde deja que se pierdan en el mar cuando intentan huir en una barca de caza de focas.

Mientras sucede todo esto, el Fantasma recoge a otra serie de náufragos, incluyendo una escritora llamada Maud Brewster. La señorita Brewster y Van Weyden se conocían previamente, pero sólo como escritores. Lobo Larsen y van Weyden sienten inmediatamente atracción por ella, debido a su inteligencia y su "delicadeza femenina". Van Weyden la ve como su primer amor verdadero. Se esfuerza para protegerla de la tripulación, los horrores de la mar y de Lobo Larsen. Mientras esto sucede, Larsen se encuentra con su hermano Death Larsen, que es su rival más encarnizado. Lobo secuestra a varios miembros de la tripulación de Death y los obliga a engrosar sus propias filas, diezmadas previamente durante una tormenta. Durante uno de los intensos dolores de cabeza de Lobo Larsen, que casi lo paralizan, Van Weyden roba una barca y huye con la señorita Brewster.

Los dos finalmente alcanzan una isla poblada por focas. Cazan, construyen un refugio, encienden una hoguera y sobreviven durante varios días, usando la fuerza que adquirieron mientras estaban en el Fantasma. El Fantasma finalmente naufraga en la isla con Larsen como único miembro de la tripulación. Por venganza Death Larsen había perseguido a su hermano, sobornado a su tripulación, destruido sus velas y abandonado a Lobo a la deriva en el mar. Es pura casualidad que Van Weyden y la señorita Brewster se reúnan de nuevo con él.

Van Weyden se apodera de todas las armas que quedan en la nave, pero no puede soportar la idea de asesinar a Larsen, que no le amenaza. Van Weyden y la señorita Brewster deciden que pueden reparar el barco, pero Larsen, quien tiene la intención de morir en la isla y llevárselos con él, sabotea cualquier reparación que hacen. Después de un dolor de cabeza, Larsen se queda ciego. Finge parálisis e intenta asesinar a Van Weyden cuando está al alcance de sus brazos, pero en ese momento tiene un ataque que lo deja ciego y con el lado derecho de su cuerpo paralizado. Su condición empeora, pierde el uso del brazo y de la pierna que le quedaban y la voz. La señorita Brewster y Van Weyden, incapaces de decidirse a dejarlo morir solo, cuidan de él. A pesar de esta bondad, continúa su resistencia, prendiendo fuego al colchón de la litera que está encima de la suya.

Van Weyden termina de reparar el Fantasma, y él y la señorita Brewster zarpan. Durante una violenta tormenta, Larsen muere. Le dan entierro en el mar, un acto que es reflejo de un incidente del que Van Weyden fue testigo cuando fue rescatado. La historia termina cuando son rescatados por un guardacostas estadounidense.

miércoles, 26 de junio de 2013

Los virreyes (I Vicerè). Federico de Roberto


Los virreyes (I Vicerè, 1894) es la más famosa novela de Federico De Roberto (1861-1927), con el trasfondo de los acontecimientos del Risorgimento en el Sur de Italia aquí narrados a través de la historia de una familia noble de Catania, los Uzeda Francalanza, descendientes de un antiguo virrey español de Sicilia en la época de Carlos V .

La novela se divide en tres partes: la primera parte comienza con la muerte de la vieja princesa Teresa, cruel y déspota, el nombramiento de los herederos, el primogénito Giacomo y el predilecto hijo tercero Raimondo, dejando sólo legados menores a los otros hijos: Angiolina y Lodovico, religiosos ambos, Clara, esposa del marqués de Villardita, Ferdinando y Lucrecia, solteros. Mientras surgen desacuerdos familiares acerca de la división de la herencia, el príncipe Consalvo, hijo de Giacomo, es enviado a estudiar al convento de San Nicolás, donde ya viven sus tíos Lodovico y Blasco. Raimondo empieza una relación con Isabella Fersa, mientras Lucrezia se enamora del joven abogado liberal Benedetto Giulente. Con el desembarco de los Mil en Sicilia, el tío Gaspare es popular entre los revolucionarios por sus simpatías liberales. Benedetto Giulente se une a los partisanos y es herido en la batalla del Volturno. Regresa a Catania recibido como un héroe. Tras vencer la resistencia de la familia, Lucrecia se casa con él. Clara, finalmente embarazada después de una larga espera, da a luz un feto monstruoso que muere inmediatamente. Después del plebiscito, que consagra la unificación de Italia, Gaspare es elegido diputado en 1861, cargo que va a utilizar para hacerse rico.


La segunda parte sigue la suerte de la familia hasta 1870. Raimondo deja a su esposa Matilde, porque a través de su influencia los Uzeda obtienen la anulación de su matrimonio. Raimondo e Isabella se casan poco después. La prima Graziella, tras la muerte de su marido, a menudo visita el palacio de los Uzeda y se casa con Giacomo en cuanto éste enviuda. En 1867 el convento de San Nicolás se suprime, y Blasco invierte la riqueza sustraída del convento en letras del Tesoro y en la tierra que perteneció al propio monasterio. Por conveniencia se convierte en adepto al liberalismo y en partidario del nuevo estado celebrando la captura de Roma. Consalvo, finalmente deja el monasterio, llevando una vida disoluta mientras la relación entre él y su padre empeora. Ferdinando, gravemente enfermo de cuerpo y mente, muere.

La tercera parte está dominada por los acontecimientos relacionados con Consalvo y Teresa, hijos de Giacomo. Después de un viaje al continente y el extranjero, Consalvo decide seguir una carrera política, con la ayuda de sus habilidades como orador y la influencia de su tío Gaspare. Teresa se enamora, siendo correspondida, de su primo Giovannino, pero sucumben a sus familias y Teresa viene a bien a casarse con el indiferente Michele, el hermano de Giovannino. La imposibilidad de su amor lleva a Giovannino al suicidio. Giacomo, gravemente enfermo y en malas relaciones con Consalvo, le deshereda poco antes de su muerte, pero esto no impide los proyectos del joven, que se hace popular como concejal y alcalde. La novela termina con las primeras elecciones directas de 1882. Consalvo, borbónico y reaccionario, pretende tener ideas de izquierda y es elegido triunfalmente. Está convencido de que - más allá de cualquier cataclismo histórico - nada realmente puede cambiar y que los privilegiados deben adaptarse a las nuevas situaciones políticas, pudiendo sólo así mantener intactos el dominio y el poder.

Esta "historia familiar" se inspira en el principio positivista y naturalista de la raza (herencia), con todas sus consecuencias. Los miembros de la familia Uzeda están unidos por la raza y la sangre vieja y corrompida, debido a los muchos matrimonios consanguíneos. Lo que surge de esta familia es la codicia, la lujuria del poder, la mezquindad y el odio que los componentes se tienen entre sí, alimentando en cada uno una diferente monomanía patológica. Cada miembro de la familia tiene una historia marcada por la corrupción moral y biológica, que también es evidente en su apariencia y deformidades físicas.

miércoles, 12 de junio de 2013

La vuelta al mundo en ochenta días (Le tour du monde en quatre-vingts jours). Jules Verne


La vuelta al mundo en ochenta días (Le Tour du monde en quatre-vingts jours) es una novela del escritor francés Jules Verne publicada por entregas en "Le Temps" desde el 6 de noviembre (número 4225) hasta el 22 de diciembre (número 4271) de 1872, el mismo año en que se sitúa la acción. Después, sería publicada de manera íntegra el 30 de enero de 1873.

Londres, 2 de octubre de 1872. Como todos los días, Phileas Fogg se dirige al Reform Club. Al hojear el Morning Chronicle se entera de que con la apertura de un nuevo tramo de ferrocarril en la India, ahora es posible dar la vuelta a la Tierra en 80 días.

Un animado debate sigue a la lectura de este artículo. Phileas Fogg apuesta 20.000 libras, la mitad de su fortuna, con sus colegas del Reform Club a que tendrá éxito en la realización de esta vuelta al mundo en 80 días. Se inicia de inmediato, llevando consigo a Jean Passepartout, su nuevo criado. Salen de Londres a las 20:45 el 2 de octubre, y deben volver a su club 80 días después, el 21 de diciembre de 1872 a las 20:45 hora local.

Phileas Fogg es un purista de la hora, al que le gusta actuar con exactitud y precisión. Para él, "lo imprevisto no existe." Pero el camino está lleno de dificultades y contratiempos.

La apuesta y la salida de Fogg aparecen en los titulares de todos los periódicos. La policía se pregunta si Phileas Fogg es el famoso ladrón que ha robado el Banco de Inglaterra y trata de escapar. El inspector Fix va tras él y continuará persiguiéndolo por todos los países visitados.

Phileas Fogg y Passepartout dejan Londres en tren y luego usan varios medios de transporte hasta llegar a la India. Allí salvan a Aouda, una joven viuda que iba a ser quemada durante una ceremonia dedicada a la diosa Kali.

En Hong Kong Passpartout pierde el barco. Se encuentran unos días más tarde en Japón, en Yokohama, en un circo donde Passepartout fue contratado como acróbata.

Cuando Phileas Fogg llega a San Francisco se encuentra en plena efervescencia electoral. Se crea un enemigo en la persona del coronel Stamp W. Proctor. En el tren se encuentra con el coronel con quien va a batirse en duelo, cuando el tren es atacado por los sioux. Passepartout es hecho prisionero, pero Fogg le libera, asistido por otros pocos pasajeros. Mientras tanto, el tren ha salido de la estación. Fogg, Picaporte y Fix y Aouda alquilan los servicios de un trineo a vela que les conduce a toda velocidad sobre las extensiones heladas a Omaha.

A partir de ahí, el grupo viaja por tren a Chicago y Nueva York, donde, por desgracia, el vapor de Liverpool acaba de salir.Presionado por el tiempo, Phileas Fogg "toma prestado" un barco de vapor para llegar a tiempo al norte de Inglaterra (el capitán no quiere ir a Liverpool, por lo que compra el barco). A falta de carbón, los marineros deshacer todo lo que sea de madera para su uso como combustible. Pero cuando Fogg llega a Inglaterra, Fix le detiene pero tiene que soltarlo cuando descubre su error. El verdadero ladrón fue arrestado mientras duró el viaje.

Después de haber perdido el tren a Londres, Fogg requisa una locomotora y se hace llevar a Londres, pero es demasiado tarde. Piensan que han perdido la apuesta y Phileas Fogg vuelve a casa. Al día siguiente, él y Aouda se declaran su amor. Entonces es cuando Passepartout se da cuenta de que en realidad ganaron veinticuatro horas en su viaje por la acumulación de los retrasos de las diferentes zonas horarias. Phileas Fogg se dirige al Reform Club, ganando su apuesta a pesar de los imprevistos.

jueves, 30 de mayo de 2013

Anábasis (Ἀνάβασις). Jenofonte


Anábasis (Ἀνάβασις) es la obra más famosa, en siete libros, del soldado profesional y escritor griego Jenofonte (ca. 431 a. C. - 354 a. C.). El viaje que narra es su mejor logro conocido y "una de las grandes aventuras de la historia humana" (Will Durant).

Jenofonte acompañó a los diez mil, un gran ejército de mercenarios griegos contratados por Ciro el Joven, que pretende arrebatar el trono de Persia a su hermano Artajerjes II. Aunque el ejército de Ciro logró una victoria táctica en Cunaxa en Babilonia (401 aC), el propio Ciro murió en la batalla, convirtiendo las acciones de los griegos en irrelevantes y la expedición en un fracaso.

Atrapados en el interior del territorio enemigo, el general espartano Clearco y los otros altos jefes griegos fueron posteriormente asesinados o capturados a traición por parte del sátrapa persa Tisafernes. Jenofonte, uno de los tres líderes restantes elegidos por los soldados, jugó un papel fundamental en animar y dirigir al ejército griego de 10.000 hombres a marchar hacia el norte a través de desiertos sin alimentos y pasos de montaña llenos de nieve hacia el Mar Negro y la relativa seguridad de sus ciudades griegas del litoral. Abandonados en el norte de Mesopotamia y sin suministros distintos de lo que podrían obtener por la fuerza o la diplomacia, los 10.000 tuvieron que abrirse paso hacia el norte, a través de Corduene y Armenia, tomando decisiones al momento sobre su liderazgo, tácticas, forraje y destino, mientras que el ejército del rey y los nativos hostiles les cerraban constantemente su camino y atacaban a sus flancos.

En última instancia esta "república en marcha" logró llegar a las orillas del Mar Negro en Trabzon (Trebisonda), un destino que saludaron con su famoso grito de júbilo en la montaña de Theches (ahora Madur) en Surmene: "Thalatta, Thalatta", "¡el mar, el mar!". "El mar" significaba que estaban por fin en  ciudades griegas, pero no fue el final de su viaje, que incluyó un período de lucha para Seuthes II de Tracia, y terminó con su reclutamiento en el ejército de Tibrón, general espartano. Jenofonte relató esta historia en la Anábasis de una manera simple y directa.


El término griego "anabasis" se refiere a una expedición desde el litoral hacia el interior de un país. El término "katabasis" se refiere a un viaje desde el interior hacia la costa. Mientras que el viaje de Ciro es realmente un anabasis desde Jonia, en la costa oriental del mar Egeo, al interior de Asia Menor y Mesopotamia, la mayor parte de la narración de Jenofonte comprende la marcha de regreso de Jenofonte y los Diez Mil del interior de Babilonia a la costa del Mar Negro. Sócrates aparece cuando Jenofonte le pregunta si acompaña a la expedición. El breve episodio demuestra la reverencia de Sócrates hacia el Oráculo de Delfos.

El relato de Jenofonte tuvo resonancia en Grecia, donde, dos generaciones después, según algunas conjeturas, puede haber inspirado a Filipo de Macedonia para creer que un ejército griego pequeño y disciplinado puede servir para derrotar a un ejército persa que tenga varias veces su tamaño.

Además de la historia militar, la Anábasis ha servido como una herramienta para la enseñanza de la filosofía clásica; los principios de liderazgo y gobierno exhibidos por el ejército griego pueden ser vistos como un ejemplo de la filosofía socrática.

viernes, 17 de mayo de 2013

Un enemigo del pueblo (En folkefiende). Henrik Ibsen




Un enemigo del pueblo (título original en noruego: En folkefiende) es una obra de teatro del dramaturgo noruego Henrik Ibsen (1828-1906) escrita en 1882. Ibsen la escribió en respuesta a la protesta del público contra su obra Espectros, que en su tiempo fue considerada escandalosa. Espectros había desafiado la hipocresía de la moral victoriana y fue considerada indecente por sus alusiones veladas a la sífilis.

Un enemigo del pueblo se dirige contra las tendencias irracionales de las masas y la naturaleza hipócrita y corrupta del sistema político al que dan apoyo. Es la historia de la lucha de un hombre valiente para hacer lo correcto y decir la verdad a la cara de la intolerancia social extrema. El protagonista de la obra, el doctor Stockmann, representa al propio autor. Después de acabar la obra, Ibsen escribió a su editor en Copenhague: "Tengo dudas acerca de si debo llamar a esta obra una comedia o un drama. Puede tener muchos rasgos de comedia, pero está basada en una idea seria."

El doctor Thomas Stockmann es un ciudadano popular en una pequeña ciudad costera de Noruega. La ciudad ha invertido recientemente una gran cantidad de dinero público y privado para el desarrollo de un balneario, un proyecto liderado por el doctor Stockmann y su hermano Peter, el alcalde. La ciudad espera un auge del turismo y la prosperidad por medio del nuevo balneario, que se dice va a tener un gran valor medicinal, lo que además va a ser una fuente de orgullo local. Sin embargo, cuando el balneario está en pleno éxito, el doctor Stockmann descubre que productos residuales de la fábrica de curtidos de la ciudad están contaminando las aguas, causando una grave enfermedad entre los turistas. Stockmann espera que este importante descubrimiento será su logro más grande y pronto envía un detallado informe al alcalde, que incluye una propuesta de solución que supondrá un coste considerable para la ciudad. Para su sorpresa, el doctor Stockmann encuentra dificultades para hacérselo comprender a las autoridades. Parecen incapaces de apreciar la seriedad del tema, reconocerlo públicamente y enfrentarse al problema porque supondría la ruina financiera para la ciudad. Mientras el conflicto crece, el alcalde avisa a su hermano que debe "consentir en someterse a la comunidad". El doctor Stockmann rechaza tal cosa y organiza una reunión ciudadana en la casa del capitán Horster para persuadir al pueblo de que el balneario debe cerrarse. La gente de la ciudad -esperando ansiosamente la prosperidad que el balneario va a traer- rechaza aceptar las demandas del doctor Stockmann. Sus amigos y aliados, que explícitamente le habían apoyado para su campaña, se vuelven contra él en masa. Se burlan de él y le denuncian como lunático, un enemigo del pueblo. En una mordaz refutación de la noción victoriana de comunidad y los principios de la democracia, el doctor Stockmann proclama que en las cuestiones de lo que es verdad y lo que es falso, el individuo es superior a la masa, que es fácilmente dirigida por demagogos que se autopromocionan. El doctor Stockmann resume la denuncia de las masas con la memorable cita "el hombre más fuerte en el mundo es el hombre que permanece más solo." También dice: "Una minoría puede tener razón, una mayoría siempre está equivocada."

Esta obra bien pudo haberse escrito en la actualidad por la vigencia de su trama, así como transcurrir en casi cualquier lugar del mundo en donde los intereses del capital se antepongan a la protección de la vida y el medio ambiente.
Las obras de Henrik Ibsen siempre tuvieron un trasfondo de crítica social, en ésta se expone el riesgo de que la democracia degenere en demagogia y sobre el precio que paga quien dice a viva voz eso que la mayoría niega. Una obra sobre el coste de airear la verdad cuando es odiosa.
La actualidad de Un enemigo del pueblo nos muestra a políticos expertos en dobles lenguajes, medios de comunicación que se presentan funcionales al poder y que pactan con éste, intereses particulares enmascarados bajo la noción de "bien común" y una opinión pública a la que se sacraliza al tiempo que se la manipula obscenamente.



viernes, 19 de abril de 2013

Jane Eyre. Charlotte Brontë



Jane Eyre es una novela escrita por Charlotte Brontë (1816-1855), publicada en 1847 por Smith, Elder & Company, que —en el momento de su aparición— consiguió gran popularidad, encumbrando a la autora como una de las mejores novelistas románticas, y es hoy considerada un clásico de la literatura en lengua inglesa.
El libro es innovador en la forma de pensar y de actuar de la protagonista, Jane Eyre, y en su forma de ver el mundo. Es considerado por muchos como una de las novelas precursoras del feminismo y en su época fue muy polémico debido a esta actitud.

La historia es narrada por Jane Eyre, quien a los 10 años de edad es custodiada por su tía política, la señora Reed. El señor Reed, hermano de la madre de Jane, la tomó a su cargo cuando quedó huérfana, pero muriendo él mismo poco después, y a pesar de haber hecho prometer a su esposa que la criaría como a uno de sus propios hijos, Jane no ha conocido sino humillaciones y maltratos por parte de todos en la suntuosa mansión, Gateshead Hall.
Cuando Jane empieza a cuestionar la injusticia con que se le trata, y a rebelarse contra ella, es enviada a una escuela para niñas, Lowood.
Lowood es una institución financiada en parte por donaciones para educar huérfanas. El afán del señor Brocklehurst, el tesorero, de convertir a las niñas en mujeres «resistentes, pacientes y abnegadas», justifica para él el hambre y el frío que sufren en el lugar. Sin embargo, la superintendente de la institución, la señorita Temple, es una joven inteligente y amable, quien aprecia a Jane. Ésta pronto hace amistades, como Helen Burns, una niña que pronto fallece de pulmonía, pero le deja una huella imborrable de estoicismo y fe cristiana. Cuando una epidemia de tifoidea arrasa con las alumnas, se introducen mejoras a la calidad de vida del lugar, en el que Jane llega a pasar 8 años, seis como estudiante y dos como maestra.
Al casarse la señorita Temple, a quien Jane se había acostumbrado a ver como una madre, institutriz y compañera, Jane siente que nada más la une a Lowood, así que publica en el periódico un anuncio de sus servicios como institutriz privada. Su propuesta es aceptada por la señora Fairfax de Thornfield, quien le ofrece el doble del salario que Jane recibía en Lowood.
Antes de que Jane parta, Bessie, su antigua niñera, la visita para despedirse y le cuenta que 7 años atrás un tío suyo fue a buscarla a Gateshead antes de partir hacia Madeira.
La señora Fairfax, ama de llaves de Thornfield, le da una cálida bienvenida, y le explica la situación a grandes rasgos: ella está ahí para ser la institutriz de Adèle Varens, niña de unos 8 años, custodia del señor Rochester, dueño de la mansión y quien sólo visita la propiedad de vez en cuando. La primera vez que Jane recorre la casa acompañada por la señora Fairfax, escucha en el tercer piso una risa trágica y sobrenatural, de la cual la señora Fairfax acusa a una empleada, Grace Poole.
A pesar de la mejora en su situación, la libertad con la que ahora cuenta, hace que Jane se sienta insatisfecha, que quiera “algo” que ella misma no puede definir. La rutina de Thornfield la agobia. Un día, camino al pueblo de Hay, ayuda a un caballero que se ha caído de su caballo, y al retornar a la mansión se da cuenta de que se trataba de su patrón, el señor Rochester.
Él se muestra directo y abrupto, si bien reconoce en ella su inteligencia y talento, y el arduo trabajo que le ha dedicado a la niña. La señora Fairfax le cuenta a Jane que él no heredó las propiedades hasta hace unos 9 años, cuando su hermano mayor, con el que se había peleado, fallece. El patrón pronto le muestra una predilección extraña, convirtiéndola en su confidente, contándole que Adèle es tal vez su hija, fruto de una aventura con una traicionera bailarina francesa.

Charlotte Brontë (1816-1855)

 Una noche, Jane escucha justo fuera de su habitación rasguños y la misma siniestra risa. Al salir no encuentra a nadie, mas se da cuenta de que hay un incendio en la habitación del señor Rochester, y lo despierta, salvándole así la vida. Él le ruega no mencionar lo sucedido a nadie.
Jane comprende que hay un secreto en Thornfield. Sin explicaciones, el señor Rochester deja la propiedad y vuelve acompañado por amigos y una joven que se rumoera le atrae, la bella señorita Blanche Ingram. Todo esto contribuye a que Jane se dé cuenta de que está enamorada de él, mas sabe que no cuenta ni con la belleza, ni la casta o el dinero que alguien como él querría.
Durante la estadía de sus amigos un extranjero, el señor Mason, se presenta, y su visita no es del agrado del señor Rochester. Esa noche, Jane escucha gritos en el tercer piso y se convierte en cómplice de su patrón, quien calma a los demás, pero le pide a ella ayuda para cuidar del señor Mason, quien ha sido apuñalado y mordido por una mujer, según su críptica conversación le deja entrever. Rochester consigue un doctor y lo hace salir de la mansión antes del amanecer.
El amor y el respeto que Jane siente por el señor Rochester le impiden interrogarlo, como le gustaría, para saber qué es lo que le oculta. Él le hace confidencias que más sirven para agrandar el misterio que para aclararlo. De pronto el cochero de Gateshead se presenta para informarle a Jane de que su primo John ha muerto y que la señora Reed, que ha sufrido una apoplejía, desea verla.
La cercanía de la muerte no ha hecho cambiar a la tía. Es tan sólo el remordimiento el que la ha impulsado a llamarla. Tres años antes ella había recibido una carta de John Eyre, tío de Jane, preguntando por ella para adoptarla, y la señora Reed contestó que Jane había muerto en Lowood, incapaz de soportar la idea de verla próspera.
Poco después de su regreso a Thornfield ocurre un encuentro casual entre el señor Rochester y ella. Él le dice que ha llegado su hora de irse, puesto que él está a punto de casarse. Jane, que había sentido su regreso a la mansión como el regreso al hogar que nunca tuvo, llora y le confiesa que no quiere separarse de él. Él le pide que se case con él, y aunque al principio está incrédula, Jane acepta. El señor Rochester le confiesa que todo fue una charada con la señorita Ingram, para hacerla sentir celos y asegurarse así de que ella estuviera tan enamorada de él como él de ella. El plan es casarse en un mes, y éste está comprendido por un cortejo tan inusual como las relaciones entre ambos han sido hasta ahora. Jane quiere darse su lugar, quiere conservar el respeto de su antiguo patrón, y rechaza sus regalos y halagos para demostrarle que ella no es una mujer como las que él está acostumbrado a tratar. De hecho, le escribe una carta a su recién descubierto tío, dejándole saber de su planeado matrimonio, pues la idea de tener una fortuna propia y algo de independencia con respecto al señor Rochester la ilusiona.
Dos noches antes de la boda, mientras el dueño de la casa está de viaje, Jane despierta y encuentra a una mujer desconocida en su habitación, la cual rompe su velo de novia y, acercándose a la cama, ocasiona que se desmaye de terror. Al contarle lo sucedido al señor Rochester, éste pretende convencerla de que se trató de Grace Poole, pero que su imaginación transformó su aspecto.

El día de la boda, cuando el sacerdote hace su invocación de que si alguien conoce un impedimento para la unión debe hablar ahora o callar para siempre, un abogado, Briggs y el señor Mason declaran que el señor Rochester se casó quince años antes con la hermana del segundo, Bertha Mason en Jamaica, y que ésta aún vive. Rochester guía a todos a la casa y les muestra los aposentos de Grace Poole, y a su custodiada, una mujer enloquecida que trata de agredirlos.
Briggs le informa a Jane que su carta a su tío, recibida mientras Mason estaba con él en Madeira, ha propiciado que se aventuraran a rescatarla de esta manera.
Esa tarde el señor Rochester le cuenta a Jane que su matrimonio fue arreglado por su padre y su hermano mayor, aún sabiendo de la debilidad mental que corría en la familia de los Mason, pues la joven era una rica heredera. Al cabo de cuatro años de tortuoso matrimonio, con su esposa ya enloquecida, y con su padre y su hermano muertos, él decide regresar a Inglaterra, encerrar a la mujer en Thornfield, y vivir su vida como si nada hubiera sucedido, puesto que nadie, excepto Grace Poole y el doctor Carter, conocen su matrimonio.
Pero su libertad no le permitió hallar el amor sino hasta que conoció a Jane. Y le promete llevársela a Europa y dedicarse a ella como a una esposa por el resto de su vida. A Jane su relato le resulta conmovedor, y la decisión difícil, puesto que se sabe amada por él, y ella por su parte lo adora, y teme que la desesperación lo lleve a hacer algo terrible. Pero su voluntad es firme; seguirá los preceptos de la ley de Dios y no los de su corazón, diciéndose que las reglas no han sido hechas sólo para cuando sea fácil cumplirlas. Esa noche, mientras el señor Rochester espera que reconsidere y se entregue a la vida que él le ofrece, Jane escapa silenciosamente de la casa, y toma un coche con el poco dinero que tiene, para escapar a una ciudad desconocida.
El coche la deja en el desolado Whitcross, donde Jane se encuentra sin dinero, alimento ni refugio por tres días, durante los cuales se ve obligada a rogar por alimento de extraños, y a dormir en los pantanos. Al cuarto día se atreve a acercarse a una casa donde, al ser despedida por la sirvienta, desfallece en la entrada. El hijo del recién fallecido dueño, St. John Rivers, la encuentra y decide que él y sus hermanas la acogerán hasta restaurarle la salud.
Una vez que Jane se recupera, es interrogada por el hermano, y cuenta su historia real, dándose a sí misma un alias y sin mencionar el nombre de nadie más. El joven, que es párroco, le ofrece buscarle empleo, pero se muestra distante y altivo. Las muchachas en cambio la admiten como a una hermana: ellas también son institutrices y no están en la casa más que durante el periodo de duelo por su padre. Una noche, reciben una carta informándoles de la muerte de un tío al que nunca conocieron, y que le ha dejado toda su fortuna a otro familiar, no a ellos, según engendraban esperanzas de que sucediera.
El señor Rivers le consigue a Jane empleo como maestra de una escuelita que la señorita Oliver, hija del hombre más rico del pueblo, desea abrir para las hijas de los granjeros. Si bien Jane está lejos de complacida en su nueva ocupación, pues no está acostumbrada a lidiar con campesinos, agradece de corazón la ayuda del señor Rivers, y pasa a compadecerlo cuando se da cuenta de que él está enamorado de la señorita Oliver, pero que está en su carácter negarse a ceder ante sus deseos carnales, y el propósito de convertirse en misionero le cierra esta posibilidad de felicidad terrenal.
Un día, al observar el retrato de la señorita Oliver que Jane ha pintado, el señor Rivers encuentra en la cubierta la firma de Jane, quien, probando su lápiz, ha escrito en el papel su nombre verdadero. Esto lleva a una revelación sorprendente. El abogado Briggs le ha escrito preguntándole por una Jane Eyre, su pariente, a quien su tío ha dejado toda su fortuna, pues nadie sabe de ella desde que desapareciera de Thornfield. St. John, Mary y Diana son así primos de Jane por parte de madre, y su felicidad al encontrar una familia al fin, y la gratitud que les guarda por lo que han hecho por ella, la hace dividir su herencia de veinte mil libras entre los cuatro.

Aunque Jane sigue sufriendo por el señor Rochester, de quien nadie le da noticias, ha establecido una vida tranquila y satisfactoria con sus primos en Moor House. Hasta que St. John le pide que se case con él y lo acompañe a oriente a su misión. Mientras que la idea le parece buena a Jane, puesto que la alejaría de Inglaterra y sus tristezas, y le permitiría realizar la obra de Dios, un matrimonio por vocación, como le propone su primo, y no por amor, la perturba y lo rechaza varias veces, hasta que él utiliza sus dotes de predicador y está a punto de convencerla, cuando ella escucha la voz del señor Rochester llamándola, y escapa a su habitación.
Al día siguiente, Jane parte hacia Thornfield y encuentra la mansión en ruinas. Le informan que en otoño la reclusa inició un incendio, durante el cual se lanzó del techo de la casa, y que el señor Rochester ha quedado ciego y ha perdido una mano en el siniestro. Jane se apresura a buscarlo, y el reencuentro es conmovedor, pues él no puede creer que haya regresado, y le cuenta cómo la llamó esa noche que ella lo escuchó, y cómo el mismo la escuchó decir que vendría.
Jane escribe esto diez años después de su matrimonio con el señor Rochester, que ha sido inmensamente feliz y fructífero. Sus primas están casadas y su primo agonizante en Oriente pero, cree ella,  satisfecho, puesto que está a punto de entrar al Reino de Dios por el cual ha luchado tanto.