miércoles, 24 de junio de 2015

Escuchando armonías secretas (Hearing Secret Harmonies). Anthony Powell


Escuchando armonías secretas (Hearing Secret Harmonies) es la novela final de la serie de doce volúmenes Una danza para la música del tiempo (A Dance to the Music of Time) de Anthony Powell. Fue publicada en 1975, veinticuatro años después de que apareciese el primer libro en 1951.
Completando su meditación sobre los temas del tiempo y la voluntad, el autor narra con la voz de un convincente Nick Jenkins de mediana edad.
Mientras evita la trampa de atar cada línea argumental, Powell satisface sin embargo el deseo reprimido del lector de saber el destino de los principales personajes.
Aunque bien recibida críticamente, la novela a veces ha sido tenida por los estudiosos como las más débil de las doce que componen el ciclo. Sin embargo, especialistas en Powell como Hilary Spurling y sus biógrafos Michael Barber y Nicholas Birns disienten ampliamente de esta opinión.
Se detecta una calidad lírica en la escritura, no presente en los primeros volúmenes, aunque el desarrollo del personaje de Scorpio Murtlock, el líder de un culto neopagano, da algo de sequedad a la narración. El esbozo de la vida universitaria a finales de los 60 ofrece un interludio satírico antes de que Widmerpool pierda su lucha final por el poder y muera en circunstancias extravagantes.

En primavera, casi otra década después, el matrimonio Jenkins actúa como anfitrión de una caravana de hippies liderada por Scorpio Murtlock, permitiéndoles acampar en sus tierras. Una componente del grupo es Fiona Cutts (la hija de Roddy Cutts y sobrina de Isobel por tanto). Murtlock se siente profundamente interesado en unos megalitos cercanos llamados los Dedos del Diablo.
Widmerpool es nombrado rector de una nueva universidad y enseguida es embadurnado con pintura por las gemelas Quiggin (Amanda y Belinda, hijas de JG Quiggin y Ada Leintwardine); Widmerpool es convertido de este modo a la corriente de la contracultura. Nick visita a Matilda Donners que le muestra las fotografías de los Siete Pecados Mortales hechas treinta años antes por sir Magnus Donners.
Ha sido establecido un premio anual en memoria de sir Magnus. Nick es miembro del comité que elige como ganador a Russell Gwinnett por su biografía de X. Trapnel. Widmerpool trae a las gemelas Quiggin a la cena de entrega del premio en la que improvisa un discurso, aunque las gemelas interrumpen el protocolo con una bomba fétida.
En la cena de la Royal Academy, Nick escucha al canónigo Fenneau un relato acerca del Dr. Trelawney y la infancia de Murtlock. Widmerpool pide al canónigo que le ponga en contacto con Murtlock.
En la primavera de 1970 surgen indicios de que Widmerpool y Murtlock han unido sus fuerzas.
En pleno verano los conservacionistas se reúnen en los Dedos del Diablo para hacer frente a las pretensiones de la empresa que explota la cantera cercana y que amenazan con destruir aquella parte del paisaje. Nick oye al granjero Gauntlett un relato acerca de bailarines desnudos vistos allí mismo la noche anterior. Gwinnett, que estaba presente, describe el ataque de Murtlock a Widmerpool durante un ritual sexual pagano en los Dedos del Diablo en aquella noche.
En la primavera de 1971 tiene lugar la recepción de una boda familiar en Stourwater. Fiona Cutts, liberada de las garras de Murtlock, aparece como recién casada con Gwinnett. Widmerpool, que está dirigiendo una carrera de campo a través con integrantes del culto de Murtlock, llega a la recepción y hace pública penitencia ante el abuelo de la novia por una ofensa que le hizo en la escuela. Murtlock aparece y sin piedad saca a Widmerpool y a los miembros del culto de la fiesta.
En el capítulo final vemos a Jenkins en el otoño de 1971 encendiendo una hoguera y reflexionando sobre el reciente resurgimientos de las pinturas del señor Deacon (Edgar para los amigos), que ahora ha sido redescubierto como "E. Bosworth Deacon". Nick ha estado recientemente en la galería donde se venden las pinturas de Deacon y donde se ha encontrado con Bob Duport, ahora inválido, su hija Polly y la señora Flores (Jean Templer). Mientras Henderson, el dueño de la galería y antiguo miembro del culto de Murtlock, le hace un relato de la vida en el interior del culto, Bithel (también parte del culto) llega con la noticia de la muerte de Widmerpool mientras corría desnudo con los seguidores de Murtlock. Bithel ha conseguido además rescatar el dibujo de Modigliani que perteneció a Bob Duport, pasó por las manos de Stringham y Pamela Flitton y acabó en poder de Widmerpool, que nunca se atrevió a venderlo.

jueves, 11 de junio de 2015

Las manos sucias (Les mains sales). Jean-Paul Sartre


Las manos sucias  (Les mains sales) es una obra de teatro en siete actos, escrita por Jean-Paul Sartre en 1948 y estrenada el 2 de abril de ese año en el Théâtre Antoine de Paris. El drama explora las diferencias entre el "deber ser" y el "ser", así como la ambigüedad moral dentro del compromiso político, y el enfrentamiento entre la "eficacia política" y el riesgo de comprometer los ideales propios, haciéndose eco de las doctrinas iniciales del existencialismo de Sartre. Generador de reacciones encontradas desde su estreno, el drama se restrenó en 1976 con algunas adaptaciones del autor.

La trama se desarrolla en un país ficticio de Europa, llamado Ilyria, durante la Segunda Guerra Mundial. Ilyria es un aliado del Tercer Reich y sujeto a la ocupación militar alemana, contra esta situación se forman diversos grupos de resistencia, entre los cuales está el partido comunista. El protagonista es un joven militante comunista de 21 años, llamado Hugo Barine, de familia adinerada, quien purga una condena de cárcel por haber matado a Hoederer, dirigente del partido acusado de traición por sus propios compañeros. Liberado en 1945 tras el fin de la guerra, Hugo visita a Olga, líder comunista que lo protege. Olga recibe a Hugo con la intención de evaluar si procede reinsertarlo en el Partido Comunista, pues otro dirigente, Louis, sospecha que Hugo ha devenido inútil y aboga por matarlo.
Hugo visita a Olga una noche y ella le pide recordar cómo fue muerto Hoederer, con lo cual la trama retrocede en el tiempo.
Dos años antes, en 1943 Hugo era un militante comunista avergonzado por su origen burgués y ansioso por hacer méritos ante sus jefes. Ante ello Louis, uno de sus superiores, encarga a Hugo matar a Hoederer, un líder comunista acusado de traición por buscar que el Partido colabore con grupos de resistencia de tipo liberal o nacionalista. Hugo acepta la misión y se instala con su esposa, Jessica, en la casa de Hoederer, para trabajar como secretario de éste por orden del Partido.
Hoederer, quien vive con sus tres guardaespaldas, recibe a Hugo y a su esposa. Pronto se advierte que Hoederer está pleno de confianza en sí mismo, con una personalidad franca y simpática que impresiona a Hugo. Jessica, de carácter sencillo y crédulo, sabe las intenciones reales de Hugo pero piensa que ello es sólo un juego o una broma de su esposo, al creerlo incapaz de dar muerte a alguien.
A lo largo de la trama, Hugo conoce de la humanidad y personalidad de Hoederer, al punto de sentir real simpatía por su "presa". Hoederer acude con Hugo a una reunión secreta con Karsky y el Príncipe, dos jefes de la resistencia de derecha, con miras a formar un "frente común" contra los nazis; una bomba es lanzada al recinto de la reunión, pero sin causar víctimas. Esto enoja a Hugo, quien sospecha que el ataque es una "señal" de Louis para que mate a Hoederer sin perder tiempo. De hecho, Hugo también considera que este aviso significa que Louis no se fía de la capacidad de Hugo para cumplir la misión encargada.
Para entocnes Jessica se convence que la misión de Hugo no es un juego sino algo muy serio, y trata que Hugo y Hoederer solucionen sus diferencias sin violencia. Este plan fracasa pues Hoederer se burla de los escrúpulos morales de Hugo (quien exige respetar la "pureza" del Partido Comunista) mientras que Hoederer le asegura que tal "pureza" es ficticia y que el fin supremo del Partido es alcanzar el poder, inclusive aliándose temporalmente con sus enemigos de derecha, para infiltrar el nuevo gobierno tras la liberación y luego coparlo.
Jessica busca luego a Hoederer y lo besa apasionadamente, para desencadenar el enfrentamiento con Hugo. Hoederer no tiene reparo en ello, y ambos se besan ante Hugo, quien de inmediato extrae un revólver y dispara a Hoederer. Ante la inmediata llegada de sus guardaespaldas, Hoederer les exige respetar la vida de Hugo, muriendo poco después.
La acción vuelve al presente y Hugo cuenta a Olga que Jessica perdió el contacto con él para retomar su apellido de soltera. También narra que en prisión recibió obsequios de militantes comunistas, pero que algunos de ellos eran dulces envenenados, lo cual le hizo sospechar del Partido, y finalmente Hugo dice a Olga que está al tanto de la orden de Louis. Olga pide entonces a Hugo que olvide todo y reinicie su actividad en el Partido como si nada hubiera sucedido, y que si es interrogado por la muerte de Hoederer afirme haber cometido un crimen pasional y no político.
Olga explica a Hugo que tras la liberación hay nuevas ordenes de Moscú disponiendo que el Partido colabore con la antigua resistencia de derecha, con lo cual la opción defendida por Hoederer resulta ser la "línea partidaria" oficial y que el mismo Hoederer ha sido declarado por el Partido como un héroe. Esta noticia enfurece a Hugo, quien comprende que su misión ha sido inútil y que el Partido le ha engañado haciéndole creer en una línea política "inmutable" que finalmente resulta "modificable" por las circunstancias; de hecho, Hugo acusa a Louis y Olga de un oportunismo similar al de Hoederer.
Hugo rehúsa excusarse en un crimen pasional pues le avergüenza haber matado a Hoederer sin haberlo realmente decidido, y le humilla ocultar ante terceros el real motivo de sus actos. Olga comprende que con esto Hugo es un "irrecuperable" para el Partido y que Louis lo matará, pero Hugo acepta ese destino y muere cuando Louis y sus hombres irrumpen en casa de Olga para asesinarlo.

martes, 2 de junio de 2015

Reyes temporales (Temporary Kings). Anthony Powell


Reyes temporales (Temporary Kings) es una novela de Anthony Powell, la penúltima del ciclo Una danza para la música del tiempo. Fue publicada en 1973.
La novela introduce un elemento surreal, retratando maliciosamente el mundillo literario como políticamente corrupto y desgarrado por hechos oscuros. Después del paso de una década, las consecuencias de la ambición implacable son sugeridas por la tormenta que se prepara alrededor del ángel oscuro de Powell, Kenneth Widmerpool. Se alude a espionaje e incluso necrofilia.
Personajes menores de anteriores novelas reaparecen y son desarrollados para renovar el tema de la Danza. La acción se construye con ingenio para situar a Pamela como su centro con una sucesión de amantes presentados en diferentes acontecimientos sociales. La atmósfera y el sentido del lugar son evocados con destreza pictórica en los escenarios de Venecia y de un concierto benéfico en Londres.

En 1958, una década después de la precedente novela Los libros sí amueblan una habitación, Jenkins participa en un congreso literario internacional en Venecia, donde se anuncia la muerte del autor francés Ferrand-Sénéschal. La doctora Emily Brightman presenta a Jenkins a Russell Gwinnett, un futuro biógrafo de X. Trapnel con una conducta ligeramente alarmante. Gwinnett desea naturalmente conocer a Pamela Widmerpool y se saca un recorte de prensa donde se la relaciona con la muerte de Férrand-Sénéschal.
Al día siguiente, los participantes en el congreso visitan el Palacio Bragadin para ver un techo pintado por Tiépolo sobre Candaules y Gyges, tema mitológico al que se alude en novelas anteriores del ciclo. Pamela se encuentra allí con el productor cinematográfico americano Louis Glober admirando el mismo techo. Gwinnett es presentado a Pamela. Widmerpool llega y sigue un altercado entre la pareja con intercambio de acusaciones.
El domingo Nick visita al pintor Daniel Tokenhouse y almuerza con Ada Leintwardine y Glober. La posterior visión de las pinturas de Tokenhouse es interrumpida por la abrupta llegada de Widmerpool preocupado por misteriosos asuntos. Es evidente que Glober tiene planes con respecto a Pamela.
Nick cena con Gwinnett, que le cuenta una sorprendente cita con Pamela que ha tenido poco antes. Más tarde, en el Café Florián, Nick encuentra a Odo Stevens (ahora casado con Rosie Manasch) y a Pamela, que vaticina dificultades para Widmerpool.
De vuelta en Inglaterra más adelante ese año, Nick visita a Bagshaw que le cuenta el misterio de la aparición de Pamela desnuda en su casa mientras Gwinnett estaba hospedado allí. Más tarde, Nick cena con Gwinnett y asiste a una reunión de antiguos miembros del ejército donde oye un relato adicional sobre la muerte de Stringham; Farebrother predice el inminente arresto por espionaje de Widmerpool.
Moreland dirige la ópera de Mozart El rapto en el serrallo en el concierto benéfico y cena organizados por Odo y Rosie Stevens en el verano de 1959. Glober está allí con Polly Duport (la actriz hija de Bob Duport y Jean Templer), así como la señora Erdleigh con Jimmy Stripling, Audrey Maclintick y los Widmerpool. Hay una violenta escena entre Glober, Pamela y Widmerpool al final de la fiesta. Pamela es advertida por la señora Erdleigh de que está cerca del límite. Moreland sufre un colapso despúes del concierto.
A finales de 1959, Nick reflexiona sobre la muerte posterior de Pamela, aparentemente debida a una sobredosis mientras estaba acostada con Gwinnett. Finalmente Nick visita al moribundo Moreland en el hospital.