miércoles, 18 de junio de 2014

El jugador (Igrok). Fiódor Dostoievski


El jugador (en ruso: Игрок, Igrok) es una novela de Fiódor Dostoyevski (1821-1881) escrita en 1866 y publicada en 1867 sobre un joven tutor empleado por un antiguo general ruso. La novela refleja la propia adicción de Dostoyevski al juego de la ruleta durante su estancia en Wiesbaden, presentada como la ciudad ficticia de Roulettenbourg en la novela, y su estancia en Europa con Apollinaria (Polina) Prokófievna Súslova, de quien se enamoró perdidamente.
Dostoyevski completó su obra bajo la amenaza del cumplimiento de un plazo para que pagase unas deudas de juego. Tres años después de los acontecimientos, el autor dictó la novela a la taquígrafa Anna Grigórievna Snítkina, que meses después se convertiría en su segunda esposa.

La narración se desarrolla en primera persona desde el punto de vista de Alekséi Ivánovich, el tutor de una familia rusa que vive en una suite de un hotel en la ciudad alemana de Roulettenbourg. El patriarca de la familia, el General, está en deuda con el francés Des Grieux y ha hipotecado sus propiedades en Rusia, lo cual le alcanza para pagar sólo una pequeña cantidad del total de su deuda. Al enterarse de la enfermedad de su rica y anciana tía, "la Abuela", el General envía toda una serie de telegramas a Moscú, esperando con ansia la noticia de su fallecimiento. Con su herencia espera pagar sus deudas y conseguir la mano de Madamoiselle De Cominges.
Alekséi está perdidamente enamorado de Polina, la hijastra del general, y le hace un juramento de servidumbre. Durante un paseo por Schlangenberg (una montaña de la ciudad alemana) él le dice que tan sólo pronuncie una palabra y él con gusto caminará hasta el borde del precipicio y caerá en picado al encuentro con la muerte. Esto lleva a que ella le pida que vaya al casino de la ciudad y haga una apuesta por ella. Él se niega al principio, pero incitado por su propio juramento de amor eterno y fatal servilismo, finalmente accede y termina por ganar para ella en la mesa de ruleta (ésta era su primera experiencia con los juegos de azar). Él regresa con las ganancias, pero ella no le dirá la razón por la que necesita dinero. Polina sólo se ríe en su cara (como lo hace cuando él le profesa su amor) y lo trata con fría indiferencia, si no verdadera malicia. Alekséi sólo conoce los detalles del estado financiero del General y de Polina más adelante por medio de su larga amistad con el Sr. Astley, el cual es un tímido inglés que parece compartir la fijación de Alekséi por Polina. Procede de la nobleza británica y tiene una buena cantidad de dinero.
Un día, mientras Polina y Alekséi se encuentran en un paseo, ven a un barón y a una baronesa. Polina lo reta a comportarse de forma insultante con la pareja y él lo hace. Esto desencadena una serie de eventos que ponen en evidencia el interés de la señora de Cominges por el General; y éste despide a Alekséi como tutor de sus hijos. Poco después la Abuela aparece y sorprende a todos, deudores y acreedores. Les dice que sabe todo acerca de la deuda del General y por qué la pareja francesa está esperando día tras día. Por fin, anuncia a todos los beneficiarios de su futura muerte que no conseguirán nada de su fortuna. A continuación, pide a Alekséi que sea su guía en la ciudad, notoriamente famosa por sus aguas curativas y también por su casino, en cuyas mesas de juego se apilan montañas de oro: ella también quiere jugar.
Después de enseñarle la mecánica de la mesa de la ruleta, juega y gana una cantidad significativa de dinero. Tras un breve regreso al hotel, vuelve a las mesas de la ruleta y comienza a perder, y enviciada por el juego termina por dejar en la mesa casi cien mil rublos antes de irse de la ciudad. Cuando Alekséi regresa a su habitación, después de dejar a la abuela en el tren, es recibido por Polina. Ésta le dice que Des Grieux había dejado la ciudad, pero no sin antes condonar al General una fracción determinada de las hipotecas. A continuación, explica que debido a que estaba en deuda con él, ella no podía corresponder al amor de Alekséi. Al oír esto Alekséi sale corriendo de la habitación y va al casino donde comienza a jugar en un estado casi febril, gana más de doscientos mil rublos y se convierte en un hombre rico. Cuando regresa a su habitación, en la sala lo espera Polina, y ante ella vacía sus bolsillos llenos de oro y billetes de banco sobre la cama. Se quedan dormidos en el sofá y al día siguiente ella le dice a Alekséi que lo odia y que quiere estar con el Sr. Astley (con el cual en secreto había tenido encuentros; se suponía que ella debía encontrarse con él, pero se había quedado dormida). Polina sale corriendo del hotel y Alekséi no vuelve a verla.
Sabiendo que el General no recibiría su esperada herencia, la señora de Cominges abandona el hotel acompañada por su madre, rumbo a París, a las que se une el desesperanzado Alekséi. Alekséi permanece en París durante un mes y se deja llevar por ellas, gastando su fortuna en las carreras de caballos y frivolidades.
Luego Alekséi comienza a jugar para sobrevivir. Un día encuentra al Sr. Astley en un banco del parque de Bad Homburg y charla con él. Alekséi se entera de que Polina Astley se encuentra en Suiza y que ella lo ama en verdad. Astley le da un poco de dinero, pero muestra poca esperanza de que Alekséi no lo vaya a usar en el juego. Alekséi se va a casa soñando con ir a Suiza al día siguiente y recuerda lo que le hizo ganar en las mesas de ruleta en el pasado.

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