viernes, 21 de febrero de 2014

Nuestro hombre en La Habana (Our Man in Havana). Graham Greene


Nuestro hombre en La Habana (Our Man in Havana) es una novela de Graham Greene publicada en 1958. Es una sátira de los servicios de inteligencia, especialmente del MI6 británico, y su disposición a creerse los informes de sus agentes locales. El libro es anterior a la crisis de los misiles en Cuba, pero ciertos aspectos de la trama, notablemente el papel de las instalaciones de misiles, parecen anticipar los acontecimientos de 1962.

La novela, una comedia negra, tiene por escenario La Habana durante el régimen de Fulgencio Batista. James Wormold, un vendedor de aspiradoras, es abordado por Hawthorne, quien le ofrece trabajar para el servicio secreto británico. La esposa de Wormold le ha dejado y ahora vive con su bella hija Milly de 16 años, devotamente católica pero materialista y manipuladora. Debido a que Wormold no gana bastante dinero para pagar las extravangacias de Milly, acepta la oferta de un trabajo extra en el espionaje. Al no tener informaciones para pasar a Londres, Wormold falsifica sus informes usando noticias de los periódicos e inventando una red de agentes ficticia. Algunos de los nombres de su red pertenecen a gente real (a la mayoría de los cuales no conoce) y algunos son inventados. Wormold sólo habla de su trabajo como espía a su amigo el doctor Hasselbacher, un veterano de la Primera Guerra Mundial, pero se lo oculta a Milly.

Llegado a cierto punto, decide hacer a sus informes "excitantes" y envía a Londres planos de piezas de aspiradora, diciendo que son de una instalación militar secreta en las montañas. En Londres nadie duda de sus informes, excepto Hawthorne, que es el único que sabe que Wormold vende aspiradoras. Pero Hawthorne no comunica sus dudas por miedo a perder su trabajo. A la vista de los acontecimientos, Londres envía a Wormold una secretaria, Beatrice Severn, y un ayudante de radio llamado "C" con mucho material para espionaje. Al llegar, Beatrice le dice a Wormold que tiene órdenes de ocuparse de sus contactos. Su primera petición es la de contactar con un piloto llamado Raúl. Bajo presión, Wormold desarrolla un elaborado plan para su agente ficticio Raúl, pero luego una persona real con el mismo nombre muere en un accidente de coche. A partir de aquí, el universo inventado por Wormold coincide con la realidad, recibiendo amenazas hacia sus "contactos". Juntos Beatrice (que no se da cuenta de que los contactos son imaginarios) y Wormold tratan de salvar a las personas reales que comparten el nombre con agentes ficticios.

Mientras tanto, Londres envía la información de que un enemigo sin especificar (implicítamente en contacto con los soviéticos) planea envenenar a Wormold en una comida de la asociación de comerciantes en el que Wormold será el conferenciante. Esta información preocupa a los agentes locales que ahora buscan alejar a Wormold. Londres está encantado con esto, ya que da valor a su trabajo.Wormold va al almuerzo y el doctor Hasselbacher le avisa en voz alta de la amenaza que pesa sobre él. Wormold rechaza la primera comida que le ofrecen y come de la segunda. Al otro lado de la mesa se sienta un colega vendedor de aspiradoras, un hombre al que conocía de antes llamado Carter, que le ofrece whisky. Sospechando Wormold hace caer el vaso cuyo contenido se bebe el perro del maitre, que muere al instante. Para desquitarse del fallo, Carter mata al doctor Hasselbacher en el bar del club.

El capitán Segura, un militar enamorado de Milly y que quiere casarse con ella, tiene una lista de todos los espías de La Habana (una lista que a Wormold le gustaría enviar a Londres para dejar en parte su trabajo). Le dice a Segura que irá a su casa para hablar de los planes de éste con respecto a Milly. Una vez allí, Wormold le propone que jueguen a damas usando botellas en miniatura de whisky y bourbon como piezas del juego. Cada pieza ganada tiene que ser bebida al instante. Finalmente Segura, que es mucho mejor jugador, termina borracho y se duerme. Wormold le coge la pistola y fotografía la lista usando una cámara de microfilm. Para vengar el asesinato del doctor Hasselbacher, Wormold sigue a Carter a un burdel local y despúes de algunas dudas le mata con la pistola de Segura. Wormold envía el microfilm a Londres por correo pero cuando intentan revelarlo aparece velado.

Wormold confiesa todo a Beatrice, que informa a Londres. Ambos son convocados a los cuarteles generales donde Beatrice es enviada a Yakarta y se considera la situación de Wormold. A pesar de su fracaso, algunas de sus informaciones son valiosas y es necesario que no hable con la prensa. Le ofrecen un puesto de instructor en los cuarteles generales y le recomiendan para la Orden del Imperio Británico. Beatrice acude al hotel de Wormold y deciden casarse. Milly acepta sorprendentemente esta decisión y es enviada a una escuela suiza para que termine sus estudios pagados con las ganancias de Wormold como espía.

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