lunes, 6 de octubre de 2025

Dos damas muy serias (Two Serious Ladies). Jane Bowles

                                                                       

La novela Dos damas muy serias de Jane Bowles (1917-1973), que es su única novela terminada, documenta "la caída en el libertinaje de dos mujeres muy distintas pero igualmente serias". La obra se centra en la "persecución implacable de la autonomía del propio conocimiento por parte de las mujeres", liberándose de las estructuras convencionales.

Podcast: https://www.ivoox.com/dos-damas-muy-serias-jane-bowles-audios-mp3_rf_160150476_1.html

Las dos protagonistas son la señorita Christina Goering y la señora Copperfield (Frieda).
La señorita Goering es una solterona rica que había heredado una hermosa mansión cerca de Nueva York. Desde niña, fue solitaria, aunque poseía una "activa vida interior" y "severas inclinaciones místicas". Es descrita como gloriosamente impredecible.
En la primera parte de la novela, la señorita Goering reside en su casa con su compañera, la señorita Gamelon (Lucy). La señorita Goering se siente "torturada en extremo por ideas" y, bajo su "modesto concepto de la salvación", decide vender sus posesiones mundanas y abandonar su hogar. La señorita Gamelon se opone a la venta de la casa y a los impulsos de su amiga.
La señorita Goering se traslada a una "desagradable casita" en una isla cercana a la ciudad. A pesar de los esfuerzos de Arnold, un hombre corpulento que conoció en una fiesta y que quería quedarse en su casa, y de la señorita Gamelon y el padre de Arnold, que se instalan con ella, la señorita Goering emprende viajes nocturnos sola a la ciudad para llevar "una nueva vida de merodeo por los bares".
Durante una de estas excursiones, se relaciona con Andy (o Ben, según el contexto), un hombre que la invita a su apartamento. Andy se describe a sí mismo como un "Ciudadano Mofeta" y una "nulidad". Ben, su amigo, la confronta directamente, preguntándole si trabaja de prostituta, lo cual ella niega. Finalmente, la señorita Goering se va con Ben, aunque lo encuentra desagradable. Al ser abandonada por Ben en la calle, ella reflexiona que está "ciertamente más cerca de la santidad," pero se pregunta si no está acumulando pecados tan rápido como la señora Copperfield.

La señora Copperfield, atrapada en un "matrimonio de lo más próspero y respetable," viaja con su "inquieto y mezquino marido" a Colón, Panamá. Ella detesta viajar y se siente "perdida" y "asustada" en el país extranjero, mientras su marido está encantado.
En Colón, la señora Copperfield comienza a frecuentar el Hotel de las Palmas, donde conoce a un grupo de "mujeres equívocas". Se siente atraída por Pacífica, una "prostituta adolescente mestiza". Ella le confiesa a Pacífica que estuvo "enamorada de una mujer mayor".
La señora Copperfield encuentra consuelo en Pacífica y la señora Quill, la propietaria del hotel, diciendo que son "un gran consuelo" para ella. Cuando su marido se va solo a explorar la selva, ella decide volver a Colón. Tras una confrontación con su marido (el señor Copperfield arroja un cántaro por la ventana y la llama "espantosa"), ella lo abandona para seguir con Pacífica.
Más tarde, en Nueva York (o una ciudad donde se reúne con la señorita Goering), la señora Copperfield revela que vive con Pacífica. Está exhausta y preocupada porque Pacífica ha conocido a un joven rubio que quiere casarse con ella. La señora Copperfield insiste: "No puedo vivir sin ella ni un momento... ¡Eso me destrozaría por completo!". Ella admite estar "destrozada" ("cosa que llevaba años deseando") pero afirma haber encontrado una nueva "felicidad" e "independencia" que defiende "como una loba".



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