martes, 8 de mayo de 2012

La fierecilla domada. William Shakespeare


La fierecilla domada, también conocida como La doma de la bravía o La doma de la furia (en inglés, The Taming of the Shrew) es una de las obras más populares de William Shakespeare tanto dentro como fuera de su país, como lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que sea la quinta obra que más veces ha sido traducida al español de entre las treinta y siete que se conservan de su autor, únicamente precedida por Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth y El rey Lear, y por delante de obras de la altura y la popularidad de El sueño de una noche de verano, Julio César o incluso Otelo. Fue escrita entre 1590 y 1591.

Lucencio, joven de Pisa, llega a Padua acompañado por sus dos criados Tranio y Biondello para ampliar estudios, cuando oye cierto alboroto que se producía en casa de Bautista, donde Catalina está increpando a su hermana Blanca y a sus pretendientes Gremio y Hortensio. El joven Lucencio al ver a Blanca, se enamora perdidamente de ella.
Bautista informa a los pretendientes de Blanca de que ésta no saldrá y no podrá ser cortejada hasta que alguien se despose con la terrible Catalina, pero que agradecería que le buscasen maestros que continuaran la formación intelectual de sus hijas. Lucencio, que ha visto escondido la escena, planea cortejar a Blanca haciéndose pasar por profesor de latín y para ello está dispuesto a que su criado Tranio ocupe su persona y le presente a Bautista como reconocido profesor de dicha lengua.
Por otro lado, Hortensio recibe la inesperada visita de su amigo Petruchio acompañado de su criado Grumio. Petruchio es un caradura fanfarrón que hace poco heredó las posesiones de su padre Antonio y ha viajado a Padua en busca de una esposa con fortuna. Ante tal situación Hortensio decide comentarle su dilema e intenta convencerlo de que se case con Catalina, algo a lo que se muestra dispuesto si ésta es una mujer rica. A cambio Hortensio le pide a Petruchio que le presente a Bautista como un profesor de música (para lo cual se disfrazará) y así poder hacer la corte a Blanca.
Al día siguiente se presentan en casa de Bautista el falso Lucencio (que no es más que el criado Tranio) con un profesor de latín (el verdadero Lucencio) y Petruchio con un profesor de música (Hortensio disfrazado). El falso Lucencio anuncia su interés por desposar a Blanca y Petruchio el suyo por Catalina ante el asombro general.
El encuentro entre Petruchio y Catalina es un desastre, ella se muestra muy arisca y él reacciona con gran ironía. Al final Petruchio anuncia su boda para dentro de una semana y abandona Padua por motivos personales.
El día de la boda Petruchio llega tarde, mal vestido y borracho pero consigue casarse con ella de forma un tanto inusual. Aludiendo motivos personales abandona Padua antes del banquete llevándose a su nueva esposa consigo.
Catalina llega a su nueva casa agotada del viaje mientras Petruchio la sigue tratando con muchísima ironía. Cualquier excusa es buena para no dejar comer ni dormir a Catalina y así "domarle" el carácter.
Así llega el día que deben volver a Padua pues se ha anunciado la inminente boda de Blanca con el falso Lucencio (Tranio). De camino a Padua y tras un episodio irónico con la elaboración de un traje para Catalina, se cruzan con un viejecito con el que Petruchio vuelve a montar otro de sus números para ver la reacción de su "brava" mujer. El anciano resulta ser Vincencio, padre de Lucencio, que va de Pisa a Padua para tener noticias de su hijo. Pero en Padua le espera una situación anómala. Su criado Tranio, se hace pasar por su hijo Lucencio y un pedagogo se está haciendo pasar por el mismísimo Vincencio y todo ello para que el verdadero Lucencio pueda cortejar a Blanca.
Cuando el verdadero Vincencio llega a Padua acompañado de Petruchio y Catalina, se prende la mecha de la confusión y el lío ante tanto cambio de identidades y tras algunos apuros todo se soluciona cuando el verdadero Lucencio cuenta toda la verdad del asunto y anuncia además, que se ha casado en secreto con Blanca. Todos se alegran y van al banquete donde Lucencio, Hortensio (ahora casado con una viuda tras abandonar su idea de seguir cortejando a Blanca) y Petruchio apuestan 100 coronas para ver quien tiene la mujer más obediente de todas. Dicha apuesta la gana Petruchio al quedar demostrada la obediencia de Catalina que ya no es la bravía que todos creían.




Versión de la BBC (Jonathan Miller, 1980)

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