martes, 31 de marzo de 2015

La leyenda del santo bebedor (Die Legende vom heiligen Trinker). Joseph Roth


La leyenda del santo bebedor (Die Legende vom heiligen Trinker) es un relato autobiográfico del escritor austríaco Joseph Roth (1894-1939). El editor holandés Allert de Lange lo público póstumamente  en 1939. Toda la atormentada dispersión de la vida de Roth -y sobre todo sus últimos años en París, cuando encontró una suprema y última lucidez en el alcohol- brilla en esta imagen de un hombre ya tranquilamente extraño a toda sociedad, visitado por fragmentos de recuerdos, generosamente disponible a todo lo que se encuentra y, en secreto, fiel a un único y aparentemente inútil voto.

La trama de libro transcurre en 1934. Seguimos las peripecias del alcoholizado Andreas Kartak, originario del imperio austro-húngaro oriental, donde había trabajado en las minas de Quebecque. Después de haber matado al marido de su amante, ha huido a París. Ahora vive bajo los puentes del Sena. Una tarde, después de la puesta del sol, a la incierta luz de su refugio, recibe 200 francos de un hombre que había decidido convertirse al cristianismo después de haber conocido la historia de Santa Teresa de Lisieux. Andreas se compromete a restituir el dinero al domingo siguiente, haciendo una ofrenda en la iglesia de Sainte Marie des Batignolles, antes de la misa de las diez. Muchas veces Andreas, ayudado por el destino, tendrá en el bolsillo una suma de dinero suficiente para saldar la deuda, recuperando el honor y la dignidad; pero tantas otras veces se dejará distraer por amores, vicios, viejas amistades, abrumado por su pasión por las mujeres, los amigos y el alcohol.

En las últimas semanas de su vida, en la primavera de 1934, Andreas Kartak Olschowiche, proveniente de la Silesia polaca es testigo y protagonista de una serie de milagros que le ayudan a organizarse, recuperar hábitos decentes, a algunos amigos del tiempo pasado y a la mujer amada. Después del primer "milagro" encuentra a un burgués amable, "excepcionalmente gordo", que le contrata para ocuparse de una mudanza y que, además de pagarle el sueldo convenido de 200 francos, le invita a beber. Se encuentra también con su ex amante Karoline, con la cual había roto antes de ir a la prisión. Dan un paseo, se aburren, pasan la noche juntos, pero al alba Andreas la ve "pálida, hinchada, con la respiración pesada, durmiendo el sueño matutino de las mujeres que envejecen". Se viste y sale furtivamente, dejándola dormida. En la cartera usada que ha comprado para guardar el dinero ganado, encuentra un billete de 1.000 francos. Un viejo compañero de escuela, convertido en futbolista, rico y famoso, le hospeda en su hotel y le viste con ropa nueva de la cabeza a los pies. Andreas tiene una aventura con una bailarina del casino, Gabby, que le quita parte de su dinero. Andreas no intenta recuperarlo: "el placer se paga y él había obtenido placer". A pesar de todo, permanece confiado en que los milagros continuarán. Se dirige a la iglesia a donde debe llevar los 200 francos a Santa Teresa y allí se encuentra con un amigo que, aparte de inducirlo a beber, es un vividor que le sustrae el dinero que debía dejar en la iglesia. A la noche siguiente, el mismo hombre misterioso que le había prestado los primeros 200 francos le da otros 200. Andreas espera al domingo siguiente, se dirige a la iglesia y allí, antes de poder entregar el dinero, se siente mal y muere. "Quiera Dios concedernos a todos nosotros, a nosotros los bebedores, una muerte tan leve y bella".

miércoles, 18 de marzo de 2015

El arte del soldado (The Soldier's Art). Anthony Powell


El arte del soldado (The Soldier's Art) es la octava novela de la serie Una danza para la música del tiempo (A Dance to the Music of Time) de Anthony Powell. Es la segunda novela de la trilogía de la guerra. Fue publicada en 1966 y toca los temas de la separación y la pérdida imprevistas.
El lenguaje, siempre exacto, a veces sardónico, también toma la calidad del verso blanco al tratar episodios que imitan la mitología clásica. Nuevos personajes memorables como Finn son presentados con austera precisión, pero permanecen separados de los personajes principales de la Danza para varios de los cuales ha llegado su última aparición.
La yuxtaposición de caracteres dispares proporciona al lector una considerable diversión, desprovistos de sus identidades del tiempo de paz y luchando para conformarse a su concepto del estereotipo militar. Su confrontación con los soldados profesionales es observada agudamente, así como el politiqueo dentro del Cuartel General de la División. El diálogo confuso entre dos oficiales veteranos presenta un esbozo clásico y revelador de la vida militar, que los admiradores de la trilogía La espada del honor de Evelyn Waugh apreciarán.

A principios de 1941, Jenkins está destinado en el cuartel general de la División y alojado en el humilde pabellón F con el desagradable capitán Biggs. Durante un ejercicio, Jenkins cena con el general Liddament que le recomienda ante Finn. Widmerpool es humillado por el coronel Hogbourne-Johnson y trama su venganza. Stringham aparece como camarero del pabellón F.
De permiso en Londres, Nick Jenkins tiene una entrevista poco exitosa con Finn para un posterior destino con las fuerzas de la Francia libre. Toma unas copas con Chips Lovell que desea reconciliarse con Priscilla, a pesar de la relación de ella con Odo Stevens. Moreland, quien ahora vive con Audrey Maclintick, cena con Nick. Audrey, Priscilla y Stevens llegan para unirse a la fiesta, pero Priscilla se marcha angustiada.
Más tarde esa noche, Jenkins se entera de que una bomba ha caído en el Café de Madrid y ha matado a casi todos los presentes, incluyendo a Chips. Nick se dirige a casa de los Jeavons para informar a Priscilla de la muerte de su marido, pero se encuentra con que la casa también ha sido bombardeada. Lady Molly y Priscilla han muerto.
De vuelta al cuartel general de la División, Jenkins se encuentra con que Stringham ha sido transferido a la lavandería móvil. Stringham y Nick tratan de encubrir una borrachera de Bithel, pero sus esfuerzos se ven frustrados y Widmerpool hace que expulsen a Bithel del ejército.
Farebrother trae noticias del desastre que espera a Widmerpool a consecuencia de las maquinaciones de este último. Jenkins fracasa al intentar persuadir a Stringham de que deje la lavandería móvil antes de que sea destinada al Lejano Oriente. El capitán Biggs se ahorca en el pabellón de críquet. Jenkins recibe órdenes de presentarse en el Ministerio de la Guerra.