miércoles, 26 de octubre de 2016

El martillo azul (The Blue Hammer). Ross MacDonald


El martillo azul (The Blue Hammer) es la última novela escrita por Ross MacDonald (Kenneth Millar, 1915-1983) dedicada a su personaje Lew Archer. Fue publicada en 1976.

Oscuros secretos familiares sazonan con abundancia este libro, los cuales están todos relacionados con un cuadro robado. Para el detective privado Lew Archer lo que parece un caso muy fácil se convierte en algo mucho más profundo de lo que hubiese pensado al principio.
Archer es llamado a la residencia del rico matrimonio Biemeyer. Alguien ha hecho desaparecer un retrato de desnudo pintado por el renombrado artista Richard Chantry.  De hecho, no están seguro de si es auténtico o falso, pero quieren que Archer lo encuentre cueste lo que cueste y haciendo el menor ruido posible. El detective no tiene que hurgar mucho para saber que se ha metido en un nido de avispas lleno de secretos.
Tan pronto como Archer intenta hacer su trabajo, se encuentra con los obstáculos lanzados por Paul Grimes, un comerciante en arte, y Fred, un experto en arte en ciernes que es el novio de la hija de Biemeyer. Se descubre que la mujer del cuadro fue una vez la amante de algunas personas envueltas en el caso. Archer se propone saber dónde está la modelo para ver si ella puede proporcionar alguna luz en al asunto. Esto conduce a Archer a Arizona, donde hace un descubrimiento que añade misterio al caso: el hermanastro de Chantry, William Mead, fue asesinado hace 34 años. Chantry mismo desapareció hace 25 años: ¿fue también asesinado o sólo desapareció? Todo esto da aún una envergadura más grande al último caso de Archer. Si éstos fuesen los únicos problemas para resolver, el caso podría haberse solucionado mucho antes, pero MacDonald complica las cosas a su personaje cuando dos personas con las que necesita hablar aparecen muertas, las dos relacionadas con el cuadro robado: Paul Grimes, que vendió el cuadro a los Biemeyer, y Jake Whitmore, un pintor mediocre que proporcionó el cuadro a Grimes.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Beowulf


Beowulf (pr. /ˈbeɪəwʊlf/ o también [ˈbeːo̯wʊɫf]), adaptado al español como Beovulfo, es un poema épico anglosajón anónimo que fue escrito en inglés antiguo en verso aliterativo. Cuenta con 3182 versos.
Tanto el autor como la fecha de composición del poema se desconocen, aunque las discusiones académicas suelen proponer fechas que van desde el siglo VIII al XII d. C. La obra se conserva en el «Códice Nowell» o «Cotton Vitellius A.xv» y, dada la fama del poema, a pesar de que convive con otras obras en el mismo manuscrito, este se ha dado en llamar «Manuscrito Beowulf». Aunque el poema no tiene título en el manuscrito, se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX; se conserva en la Biblioteca Británica.
Tiene dos grandes partes: la primera sucede durante la juventud del héroe gauta (o geata, en algunas traducciones, "godo") que da nombre al poema, y narra cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, quienes sufrían los ataques de un jotun gigantesco –Grendel–, y tras matar a éste, se enfrenta a su terrible madre; en la segunda parte, Beowulf ya es el rey de los gautas y pelea hasta la muerte con un feroz dragón.
Su importancia como epopeya es equiparable a la del Cantar de los nibelungos germano, el Cantar de mío Cid español, la Canción de Roldán francesa o el Lebor Gabála Érenn (Libro de las Conquistas de Irlanda). Durante el siglo XX, se han realizado incontables estudios y debates en torno a distintos aspectos del poema.

El poema Beowulf se conoce gracias a un único manuscrito, cuya fecha estimada ronda el año 1000 d. C. Kiernan ha afirmado que este manuscrito es una copia hecha por el mismísimo autor del poema durante el reinado de Canuto II de Dinamarca. En el códice en que el Beowulf sobrevive hoy en día, se encuentran también otras piezas poéticas como fragmentos de The Life of Saint Christopher, las Cartas de Alejandro a Aristóteles y Wonders of the East, y la parte de la paráfrasis bíblica Judith. Se ha fechado entre 1628 y 1650 la foliación más temprana del «Códice Nowell», la cual fue llevada a cabo por Franciscus Junius. El propietario del códice –anterior a Nowell– se desconoce todavía.

El propietario más antiguo que se conoce del manuscrito vivió en el siglo XVI: el erudito Lawrence Nowell, de quien recibió su nombre el códice, a pesar de que la signatura oficial del mismo es «Cotton Vitellius A.xv» gracias a Robert Bruce Cotton. Kevin Kiernan sostiene que Nowell lo adquirió probablemente en 1563 gracias a William Cecil, primer barón de Burghley, cuando aquel entró en la casa de este último para instruir a Edward de Vere, decimoséptimo conde de Oxford y discípulo de Cecil.
El manuscrito pasó a formar parte de la Biblioteca Cotton, donde sufrió daños irreparables como consecuencia de un incendio en Ashburnham House en 1731. A causa de este episodio, parte del manuscrito se ha deteriorado y se han perdido algunos caracteres. El manuscrito se encuentra en la Biblioteca Británica con el resto de la colección conocida como Biblioteca Cotton.

Canto I: la acción se desarrolla en Dinamarca (en concreto en la isla de Selandia), donde el espléndido palacio Heorot (‘El Ciervo’) se ve asolado por los mortales asaltos nocturnos del troll Grendel (un Jotun). La música y alegría que se oye en la sala enoja al monstruo, que mora en las ciénagas; Grendel se ensaña con los criados y guerreros del rey Hroðgar y los devora. (El trovador no es tal, ni es tampoco un bardo, como se dice más adelante, sino un ‘escopo’ o ‘escope’, que es como se traduce del inglés scop el nombre de este poeta cantor de las cortes de Gran Bretaña).
Los ataques del ogro obligan a la corte de Hrothgar a abandonar la sala durante la noche. Esta situación se prolonga 12 años, en los cuales se va esparciendo por las tierras nórdicas el relato sobre la difícil situación del rey danés. Tal recuento llega a oídos de Beowulf, un intrépido héroe gauta que parte en auxilio del monarca junto con 14 guerreros.
Beowulf, sobrino del rey de Gëatlantt (o Götaland, Gotlandia o Gotland o Gautlandia, parte de Escania, en la Suecia meridional), ofrece su ayuda a Hrothgar. La primera impresión de Hrothgar es de escepticismo frente a las pretensiones del desconocido héroe, pero lo recibe gentilmente, y al cabo de un espléndido banquete le encomienda la tarea al recién llegado. Los daneses abandonan la sala y la dejan bajo la vigilancia de los gautas. Grendel regresa esa misma noche a Heorot, derriba sus sólidas puertas y devora a uno de los guerreros. Beowulf es despertado por el alboroto y acude en ayuda de la guardia, trabándose una lucha cuerpo a cuerpo, sin armas, con el engendro, que sólo puede liberarse de su agresor perdiendo a cambio uno de sus brazos y huyendo herido a morir en su cueva.
La reina Welto premia a Beowulf con un collar y se hace una celebración en su honor.

Canto II: a la mañana siguiente, todo es regocijo en Heorot; pero por la noche, la madre de Grendel – mucho más feroz que su hijo – se presenta para vengarlo. Mata a Ésker, hombre de Hroðgar, y se marcha llevándose el brazo de su hijo.
Beowulf y su comitiva siguen el rastro de la criatura a través de la pradera hasta su cueva, la cual encuentra sólo tras nadar casi un día en las profundidades de un lago atestado de criaturas sobrenaturales. Beowulf y la ogresa combaten en un recinto submarino iluminado por un fuego inexplicable. El gauta, cuando está a punto de ser derrotado, encuentra una gigantesca espada con la que mata a la ogresa. El héroe cercena la cabeza del cadáver de Grendel, y retorna a Heorot con sus trofeos.
Realizado el banquete y entregadas las riquezas prometidas por Hroðgar, el héroe parte de regreso a su tierra.

Canto III: de regreso en Gautlandia, Beowulf se entrevista con su tío Hygelac y le cuenta de sus hazañas en tierras danesas. Ambos intercambian dádivas y se anuncian futuras hostilidades entre los gautas y los headobardos.

Canto IV:  Beowulf, ya anciano, ha reinado por cincuenta años después de suceder a Hygelac, muerto en batalla. En la última etapa de su vida, Beowulf se dispone a enfrentarse, con la sola ayuda de su sobrino Wiglaf, a un temible dragón que está destruyendo su reino.
Un hábil y osado ladrón había penetrado en la cueva del dragón y había robado una copa de plata incrustada de oro y piedras preciosas, parte del inmenso tesoro que guarda la bestia. Enfurecido, el dragón asalta y destruye el pueblo del ladrón, y mata a todos sus habitantes. Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente, pero la reacción del dragón ha aterrado tanto a sus súbditos, que solamente Wiglaf se apresta para acompañarle.
Después de una cruenta batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf, gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino. Finalmente, Beowulf recibe un funeral: su cuerpo es colocado en una pira funeraria e incinerado. Luego se construye un túmulo con vistas al mar y se colocan allí sus restos junto al oro del dragón.